
El día de ayer me toco ir del otro lado de la ciudad en visita de obra. Algo que podría no significar el mayor problema se convirtió para los herreros al menos, resulta que los vanos de las puertas, están descuadrados, así pasa cuando son remodelaciones y uno no hizo todo, se tiene que trabajar sobre lo que está así este hecho como patas de araña. Para el herrero significaba un desastre dicho tal cual por el, creo que exageró. El nicho de la vitrina ya estaba listo cuando se dieron cuenta (nos dimos cuenta) de que estaba también descuadrado porque la referencia que tomaron estaba descuadrada también. El cliente hizo apenas ayer unos cambios que implican desmontar el panel de yeso que ya estaba casi listo para pintar. Los letreros que no tienen nada que ver con nosotros apenas se están fabricando. Con todo esto yo sólo espero que este terminado ya no digamos para el día que tentativamente se planeo, sino para antes del arribó de los visitantes germanos del cliente. Cuando me salí de la obra no me dí cuenta de que había olvidado mi pizarra de apuntes, porque no es una libreta en sí, sino algunas hojas (recicladas) sobre una superficie dura para poder recargarme y escribir sobre ella, ahí tenía varias anotaciones y hasta el presupuesto. Me dí cuenta dos calles antes de llegar a la estación de metro que me llevaría de regreso a mi cápsula, en ese mismo lapso me la pase en una encrucijada pensando si me regresaba o no, mi paranoia no me lo permitió, no podría estar tranquila hasta tener mi pizarra conmigo así tuviera dos jeroglíficos y medio escritos, el trayecto no es largo, en realidad son máximo 10 minutos más lo que tengo que caminar, regresé. Ni modo. Me atrasó en mi hora de comida así que llegado el momento tuve que apresurarme a dicho acto. Me dolió la cabeza ayer. La buena noticia es : al cliente le fascino el muro de cerámica! que es lo único que está terminado :P
Siempre que voy hacia allá me duele la cabeza, no es novedad, será el tráfico, salir de mi cápsula, tomar el metro, el gentío en la hora de regreso, el calor, el sol que me da más de lo normal mientras camino, alargar mi horario de comida, las prisas, como resolver tal o cual cosa. Lo confieso que está vez no me pude resistir, en el camino de regreso aún en el metro, descubrí una bolsita de golosinas, yo no soy de este tipo de antojos pero eran gomitas tipo salvavidas, y estaban buenísimas. Abrí la bosla y me comía una pensando sería la última, a la mitad de la bolsita tuve suficiente y me detuve. Sin embargo en el transborde de estación sin pensarlo ya estaba formada en los conos de helado de esa marca del payaso que vende hamburguesas y que empieza con M, son los que más me gustan, ahora que ya extinguieron la paleta de helado sabor fresa cubierta con chocolate blanco de la marca de las paletas, con el calor que hacía fue como un pedacito de cielo y me olvide por unos minutos de la dieta. Aunque si hace calor pero no ha sido algo extenuante como he sentido en esos lugares de clima tropical, aquí es calor seco y aún soportable por mí.
De todas maneras regrese a mi dulce oficina, que se vuelve tan reconforante, después de andar por dónde ando. Y vuelvo a ver todas las ventanjas, en primera está cerca de mi casa, en una zona agradable, por su ubicación es tan fresca que estos días dónde el calor va subiendo de intensidad yo ni me inmuto, oigo a todo mundo quejandose pero no puedo porque aquí está muy bien el clima en el interior, claro en invierno ya ví que puede ser un congelador pero es de los menos días del año. Regrese a ella después de comer pero pude salir a mi hora, lo cual me dió tiempo de irme a caminar con Grecy, me acompañó al super, me asistió en las compras y hasta me ayudo a cargar de regreso. Hicimos ejercicio juntas con el bendito video de pilates que ya apareció por fin, y cenamos. Es una niña muy traviesa y rebelde pero su ternura me llena de felicidad.
El tiempo pasa volando, ya es la hora de la comida y siento como si apenas hace una hora habría llegado yo a la oficina. Mientras venía en el auto manejando hacia aca, sentí que me empezó a arder el ojo derecho pero super leve, llegue a la oficina y se me olvidó hasta que me vi en el espejo de casualidad y me ví un punto rojo de tamaño considerable dentro del ojo, no me dolía ni nada, pensé en varias razones pero no soy médico, como saberlo a ciencia cierta, ni ellos. En fin mientras buscaba alguna causa online, se me fue desvaneciendo hasta desaparecer, espero no sea nada grave.