miércoles, mayo 05, 2010

No welcome


En mis viajes por el metro hay algo que me causa algo de enojo. No debería, ya de últimas pues mejor no hacer caso pero si tengo que mencionarlo. Como el sistema está sobresaturado como todo en la megalopolis, es obvio que a las horas pico sea casi imposible poder accesar decentemente a un vagon, así que para frenar los abusos que se venían dando por esta situación se implemento hace ya años, dejar ciertos vagones exclusivos para mujeres y niños, ya saben por aquellos manos largas que no pierden oportunidad. El caso es que así funciona desde entonces, existe una línea marcada en el piso con su respectivo letrero indicando que finalmente los hombres no son bienvenidos en esa área. Los que son educados lo respetan, pero no siempre es así por lo que se ha tenido que poner policías a vigilar que aquellos hombres que se quiere pasar de listos se pasen a los carriles. Me da pena que tengan que utilizar a una persona de seguridad para hacer respetar dicho decreto. Sin embargo hay unos que se cuelan porque en muchas líneas los vagones ya están intercomunicados, en los que no, no sé como pero logran hacerlo. La situación no está para que haya personal vigilando esto pero me alegra que así lo hagan porque si no fuera así, no lo respetearían y esos ultrajes deben ser bastante desagradables, cuando digamos un alfiler no cabe más en el vagón, y habría mas de esos que no les importa quitarle su lugar a una mujer cuando ellos van muy sentandos en los vagones exclusivos para nosotras, unos con pena otros no tanta. No les basta con todas las demás abusos de poder y demás que hacen en el mundo fuera de los vagones del metro.

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