
Mi ausencia en estos días se debió a que estuve despidiendo a una de mis más queridas tías, sé que tengo muchas pero esta era especial, porque debido al hecho que mi abuela materna murió casi recién nacida yo, puedo decir que nunca tuve una abuelita entonces, que me leyera cuentos, me llevara al parque y cocinara cosas ricas. Así que el tiempo me hizo de una postiza, aunque yo ya había dejado de ser una niña, de cualquiera manera lo disfrute, porque ella estuvo ahí para desvelarse cuantas veces fuera necesario mientras terminaba mis tareas escolares, para escuchar mis historias de adolescente, recibierme con una hermosa sonrisa cada que llegaba de la escuela o despertarme de madrugada para ir a ella, cuando estaba cansada me hacia un masajito, y por las casa se escuchaba cuando cantaba mientras hacia sus quehaceres, era una buenaza para eso de la planchada, su pasión era la música, amaba el helando, quién sino ella para narrarme anécdotas de cuando mi abuela desde que era niña, porque tenía una memoria llena de detalles. Muchas cosas más puedo decir de mi querida tía abuela Tinita, quién nos dijo adiós ayer domingo, llenando todo alrededor de tristeza aunque con lindos recuerdos. Sentía un dolor enorme, yo no quería que le pasara nada, pero entendía su combalecencia, ya era demasiado, sin embargo el sábado cuando milagrosamente reaccionó, pude estar todo el día con ella, platicamos, la abrace, me dio de besitos, le di de comer, me sonreía y le dije lo mucho que la quería, lo cual me dejo contenta pero entendí cuando al final del día me dijo " ponme mis zapatos, quiero que me lleves arriba" apuntando hacia el cielo :( La extrañaré por lo que me reste de estancia en este mundo. Me quedo no sólo con todos sus recuerdos, sino también con su vivo ejemplo de no necesitar ninguna frivolidad para ser feliz, su agradecimiento con la vida por todo lo recibido fuera mucho o poco, con su humildad y sencillez. Ahora tengo un ángrl más que guíe mi camino aquí en la tierra.
5 comentarios:
Muy buen blog, te invito a pasar por el mio
clarasojo.blogspot.com
Que pena el deceso de tu tía, pero que hermosa manera de recordarla, que sorprendente la oportunidad de hablar con ella y de poderle haber dicho que la querias antes de partir. Me admira tu entereza en aceptar que ella ya debia irse.
Animo.
Lo siento mucho.
Todavía:
Gracias :(
Si en verdad que fui afortunada de tener la oportunidad de poder estar ahí con ella, y pasar sus últimos momentos de lucides, felicies compartiendolos con ella. Y cuando me dijo lo de los zapatos, ohw fue cuando lo entendí, porque es verdad yo me negaba a que le pasara algo, y estaba totalmente consciente de lo que me decía. Ay esos momentos tan cercanos con la muerte me mueven el tapete un buen, para bien quiero pensar.
Freddy:
Gracias!
has tenido mucha suerte de tener una abuela o cuasi abuela... una suerte que no todos tenemos!
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