
Finalmente la junta tan esperada por todas las partes se llevó acabo. Ya tenía rato que no estaba tanto tiempo ante tanta testosterona al mismo tiempo, la única combinación de cromosomas XX era yo, me pareció divertido. Mi hermana dice que de todo me asombro, pero más que una desventaja lo creo una ventaja y felicidad de no haber perdido esta capacidad a pesar de todas los grises de la vida que eventualmente aparecen. Entonces ahí estaba yo, observando cautelosa su comportamiento, en ningún momento se hirieron suceptibilidades, ellos no las tienen aparentemente, la idea era resolver, aclarar. Al final pretendía anotar las minutas pero creo que ellos no las conocen, ni siqiuera porque me gusten sino porque las creo escenciales. De todo lo que se habló como reconocer lo que se asento o no, para eso de perdida estarían los submitals de los que super G tanto me bombardeaba.
Mientras hablaban con todos esos términos de ingeniería, en algún momento sonaba armoníco tanta palabrería sobre estructuras, que me podría gustar, pero las estructuras son hermosísimas, eso no lo negaré, pero cuando están puestas, cuando las puedo ver y tocar, cuando se convierten en un elmento concreto y no imaginario cuando todavía son sólo números y momentos que decifrar, eso si no puedo ni verlo. Me recuerda a mis clases extraescolares que solicite para poder medio entender el sentido de una integral, así que cualquiera que me muestre destreza y familiaridad para con ellas, tiene mi admiración, como algunos de los presentes hoy. Decía son bellas pero no me veo día a día inmersa con ellas, números y números de por vida la volverían tan gris, y eso a la larga me hace abdicar. Como el gris de las paredes de mi trabajo anterior que los ultimos meses se volvío sin vida ante mis ojos.
Me alegre de mi hermana a forzarme hacia la tecnología, todos traían su blackberry y a cada rato sonaban, una razón menos para desentonar con el ambiente.
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