sábado, julio 18, 2009

El helado infinito

El viernes saliendo del trabajo, en realidad sin un plan concreto. Salió la idea de ir a ver una zapatera para Sofí, fuimos a la nueva plaza comercial que está cerca de mi trabajo. Así que nos dimos vuelo en todos los sentidos, porque también entramos a ver que había de nuevo en las tiendas de ropa que nos gustan. Mi cara de sorpresa cuando el aparador libre para probarme los lentes de sol de mi preferencia ... armani, huggo, los que fueran, igualito que la tienda Saks Fifth Avenue de Mcallen, sólo que haya estabana mitad de precio snif! (también hay esa tienda en esta ciudad). Normalmente ese tipo de lentes están dentro de un aparador dónde nadie los puede tocar. Finalmente llegamos al área de hogar de la tienda, que tengo que confesar que es una de mis favoritas. Vi unos manteles preciosas para mi casa. Creo que pronto voy a regresar. Así que ya para rematar, fue imposible resistirme a la tentación, porque desde hace días que llevo recorriendo las tiendas en busca de los pantalones elegidos y de la sala ideal, he visto en los centros comerciales a muchas personas con un helando gigante en sus manos. Los por docenas... y siempre me preguntaba "dónde los venderán?" porque nunca me había comprado algo parecido ni visto dónde. Entonces el viernes estando con mis amigas les dije " tengo tanto antojo de un helado gigante como ESE que va allá, dónde los venderán?" y ellas me respondieron al mismo tiempo con la respuesta. No me imagine que los vendieran en esa tienda, sino desde cuando ya habría ido por uno, pero sin dudarlo nos dirigimos hacia ella. Me lo compré de cereza, era enorme, lo disfrute cada cucharada, yo que no soy de barquillo ( la galleta en forma de cono en lo que lo sirven) me lo comí y estaba bueno. Aunque el helado este según yo es para dos personas por su gran tamaño , aunque Mari dice que su sobrinito de 6 años se lo come sin problema, ah niños pueden devorarse lo que sea, a mis años tengo que medirme ja! Y hablando de niños, yo estaba como niña con una sonrisota con mi helado en mano, parecía infinito, y todos me miraban quién sabe por qué. jaaaaaaaaaaaaaaaaaaa.
Pensé que ese sería el fin de un atracón, pero saliendo de ahí fuimos a casa de Sofí a platicar un rato y ... antes de llegar hicimos una parada con su amiga, que vende papas a la francesa y unas alitas de pollo al a barbecue. Que se desvanecieron rápidamente en nuestra plática para arreglar el mundo. Me la pasé super! Me lo merecía tras esa semana ardua de trabajo! :)
No tengo que decir que tuve pesadillas esa noche verdad !

*foto próximamente nada más que mi cel me permita bajarlas porque no quiere

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