miércoles, mayo 01, 2013

Mis milagros




Contaré algunos que me han sucedido recientemente y que traigo frescos en la mente. 
El lunes pasado, había quedado de verme con mi hermana en el nutriologo, yo estaba en casa y me iría caminando para estirar las piernas, al fin que está relativamente muy cerca, como a 10 minutos aproximadamente. 
Yo andaba en ropa deportiva, porque había llegado muy cansada y me cambié de ropa apenas llegue a casa. Antes de irme tome un billete para pagarle al nutriologo, me lo metí en la bolsa izquierda de mi chamarra, tomé las llaves, mi teléfono y me salí. 
Caminé y caminé, cuando estaba a una cuadra de llegar, metí mi mano izquierda en mi bolsillo de la chamarra y no estaba mi billete, casi me muero, sentí horrible, porque con trabajos y había juntando para ello como para perderlo así. No lo podía creer, tenía ganas de llorar y me enoje comigo misma por no haber sido más precavida. Me regresé inmediatamente, dí media vuelta y recorrí buscando en la calle mi billete, llegué de nuevo a casa sin encontrarlo, más enojada pero negada a perderlo. 
Tome un pedazo de papel, lo corte del tamaño de un billete y me lo metí igualito que el que me había llevado. Me salí de nuevo e hice el mismo trayecto, esta vez verificando mi bolsillo para ver en que momento se me caía el papelito. Seguía caminando hasta que se me cayó, eso me dio un dato más exacto de por donde se me había salido de la bolsa, empecé a buscar con más cuidado y voilá! Ahí estaba mi billete, tirado en la calle esperando por mi. Me alegré tanto, brinque y grite milagroooooooooooooooooooooooooooo!

La otra fue que hacía ya unos meses, se le acabo la batería a mi cepillo de dientes eléctrico, entonces como siempre lo puse en su base para cargarlo de nuevo. Cuando volví por él al otro día, no funcionaba, la base estaba muy caliente. No podía creerlo ahora que haría porque me es muy útil claro para la limpieza de los dientes, no contaba con presupuesto para hacerme de uno nuevo. Me quedé sin cepillo eléctrico y cada vez que me lavaba los dientes no me explicaba que pasó, pensaba en todos los repuestos de cepillo que tenía para éste también  y que no podría usar ahora. 
Paso el tiempo, hasta que el lunes, que estaba haciendo abdominales en esa habitación donde lo había dejado, lo vi , lo volví a conectar, regrese al otro día, a hacer abdominales, lo vi , lo tomé y lo prendí y funcionó! Yo brinque de alegría otra vez y estaba feliz de que me iba a poder lavar con él de nuevo ! Milagroooooooo! grite por toda la casa. 

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