Mil cosas, cero tiempo

Me quedé con mil y un pendientes entonces en la ausencia por las vacaciones de mi jefe. Así que el miércoles tuve que ir a dejar un paquete de planos. 

Ese día fue uno de los más ocupados que he tenido.  Todo empezó así. 

Por la mañana había que estar por ahí de las 9.30 am en una de las obras que se terminó, porque llegaría el camión del escombro y unos trabajadores para subir cosas que habían quedado o sobrado. Para estar a tiempo, ni desayuné, puse mi papaya en un tupper y me la llevé, en algún momento comería. Antes de llegar a la obra, me detuve en un minisuper para ponerle tiempo aire a mi teléfono móvil, porque ya no tenía nada, sabría que en algún momento me tendría que comunicar a la oficina, son un sms o llamada, porque aunque sí tenía datos ( whatsapp, email, internet) eso no lo ocupan en la oficina, es que ya me ha pasado, mando correos de " por fa llamar a fulano" y pues nada, como los revisan cada mil horas no conviene. 

Llegué a la obra y no había nadie, ni camión ni trabajadores, sólo los herreros que estaban colocando un barandal de cristal, que se veía bonito, de hecho quería memorizarme todos los detalles porque no había visto como quedo al final la casa, ya con todos los acabados, pero entre las presiones y las prisas ya no me acuerdo de nada, de nada! sólo sé que en aquel momento me gustó y se veía bien todo. La dueña ya estaba en la casa habitándola, así que no me dio confianza para tomar fotos y tampoco le pedí permiso porque se veía muy pocas pulgas así que menos! Me dedique a lo mío, ver que quería que se llevará el camión de escombro y preguntar en la oficina por que no había llegado nadie y a que hora pensaban llegar entonces. 

Así me dieron las 10 am, me respondió S que en media hora más llegaría el camión pero de los trabajadores nada aún. Entonces como yo quería entrar al sanitario (es que me estoy tomando un té diurético que me hace efecto insofacto jajaja), si no le pedí permiso a la dueña de tomar fotos, menos de entrar a su baño, así que me fui para la oficina, además tenía mil cosas que hacer, así mientras avanzaba algo, lo que fuera mientras llegaba el camión. 

Llegué a la oficina y me metí corriendo al baño, veía el cielo jajaja. Prendí mi computadora y me puse a ver todos los pendientes que tenía, hablar con el de la cocina, el pintor, el carpintero, el plomero, el otro maistro, bajar las fotos, enviarle mails a mi jefe de los avances etc. Cuando me dí cuenta ya había pasado media hora tomé mi bolsa y me fui, porque S también estaba ocupada ni para preguntar si ya estaba el camión de escombro en la obra, así que iba saliendo de la oficina, en la puerta, cuando marca mi jefe por el radio, me lo pasa S y me pone como camote, porque no estaba en la obra si ya estaba ahí el camión desde hace mil, que no hay nadie, que se suponía yo lo coordinaría blablablabalba. Le dije que yo ya había estado ahí en la obra pero que no había llegado nadie,  que llamé y me dijeron que faltaba media hora así que como tenía mucho que hacer me regrese a avanzar en la oficina. Entonces ya no me dijo nada más que me llevará el radio conmigo por cualquier cosa. 

Llegué a la obra y no ví movimiento  no estaba el señor del camión pero si el camión, me dí una vuelta por fuera de la casa, ya se habían ido los herreros, le pregunte a S por sms que si ya se habían vendió los trabajadores porque no veía a nadie, paso un rato y me doy cuenta a través de una ventana, que venían bajando del segundo nivel los trabajadores. Y es que el colocador del panel de yeso es bastante especial, tenía que mover unos muebles, pero el ya no traía a sus ayudantes, así que aprovechando que venían los otros trabajadores que no son de él, les dijo que también los habían mandado a mover los muebles, claro que eso ni estaba en el plan, pero si me ponía a decir ahí mismo " eso no es, ellos sólo vienen a lo otro" es retrasar todo y armar pleitos, porque los trabajadores tiene sus ondas, si yo soy del yeso no puedo toacar lo electrico, si soy carpintero no muevo un saco de cemnte, y así ...... Total el trabajo se tenía que hacer con unos o con los otros, pero ese señor siempre toma ventaja, y no me cae mal, en realidad simplemente es parte de su personalidad y hay que estar atenta a todo. 

Total que les dije bueno ustedes se organizarán con los muebles quién hace que y en los tiempos, y nunca falta que a los clientes les surgen cosas de último momento como que le metieran las piedritas a la fuente, con radio en mano escucharon las indicaciones del jefe directo de que se tenían que subir, de que se iba a guardar y que se iba al escombro. Por fortuna uno de los muchachitos que mando el maistro, se ve que es bien vivo. El comprendió todo desde el principio, tiene personalidad de líder y no sé que más decir para describirlo pero sí pude percibirlo así. Me pregunto si de esa misma manera es como cuando en algún concurso, trabajo o algo similar, es como descubren a los talentos. Se me olvidó preguntarle su nombre pero ya me enteraré. No es que sea mala onda, pero es que en verdad conozco a algunos trabajadores que les corre más lento el ratoncito de la cabeza, que sí son fuertes para subir y bajar las cubetas de mezcla, pero cuando hay que usar el seso ahí es dónde na nai. Claro que como la expresión de mi jefe eso nunca, yo me quede de a seis cuando me dijo su opinión, lástima. 

Ya con las cosas en claro, me fui hacia la otra obra que esta en la calle paralela pero más al fondo. Soy feliz mientras recorro las calles de ese fraccionamiento, que tienen campo de golf las casas son de ensueño. Llegué a ver como había quedado la campana de la cocina que se cambió, cuanto le faltaba al pintor y como iban los herreros. Todo bien, pero si me dio mucha pena cuando estaba con los herreros, y estaba ahí uno de los que estaba cuando paso lo de mi cámara, no sé si lo comenté antes aquí pero un día en otra obra no encontraba mi cámara, jamás se me ha perdido nada, pero si no saben, mi cámara es como mi hija (descrito por super G ) entonces sentía yo hasta vaguidos, me puse a llorar porque no la encontraba, les llamé a todos y les dije que me la encontraran, pero en el caso de los herreros pues creo que estaban muy susceptibles ( y eso que son hombres) y hasta se pelearon. El herrero en cuestión obvio ni me saludo ni me volteó a ver nunca, como todos los demás. Sin embargo, todos los demás trabajadores a los que les dije lo de la cámara, no se lo tomaron a mal y me siguen hablandome bien. Le iba a pedir una disculpa ahí mismo, pero se me desapareció y ya no pude (aunque a los otros no fue necesario). Si es que me invitan a su fiesta yo creo que lo haré ahí. Raro pero tengo ganas de ir a su fiesta, con todo y todo ese incidente. 

Entonces ya revisé esa obra y me fui de nuevo para la oficina. Ya casi era hora de la comida, no traía nada y sabía que no iba a salir a comer por machetearle a los planos que tenía que ajustar, ir a imprimir y luego irlos a entregar hasta el fin del mundo. Antes de llegar a la oficina pasé al super por algo de comer, se me hizo agua la boca cuando ví una ensalada de nopales con pico de gallo, así que me compre una porción de esa y unos nugets de pollo. Mientras esperaba mis envases, me dieron a probar los romeritos, un guiso que es clásico de navidad en este país, están hechos a base de mole, camarón y una hierva (romero). Les quedaron muy buenos pero no me llevé nada de eso. 

Llegué a la oficina y cuando sacaba los nopales , se me abrió el molde y se me calleron, la mitad sobre mi vestido y la otra en el piso, justo el día que había ido a hacer el aseo la señora de la limpieza, todo por las prisas, porque llegué como la loca, a hablar por teléfono, mandar mails, seguir con los planos, asi que me dije " tranquila , terminaré cuando termine , respira " . Limpié todo y me seguí trabajando con todo y el antojo de nopales. 

Así estaba yo, macheteandole a los planos, me dí cuenta que eran 15 y no 11 como yo pensé el día anterior, eran sólo detalles que en un momento más lúcido tal vez pude resolver de otra forma, pero ya no había tiempo para andar investigando más atajos al momento de escalar un plano de papel doble carta a un plano 90x60 manteniendo la escala, que era como los tenía que imprimir así que lo hice como sabía de primera instancia. Al mal paso darle prisa. 

En eso estaba cuando le habla el maistro de la obra grande, a S para decirle que querían suspender la obra que porque el contrato blablaba, bueno la mafia aquella había caído, lo que no contaban era que el mero mero es  familiar de mi jefe. Así que me mando que me fuera volando a esa obra con radio en mano para hablar él directamente con el aquel, porque por alguna razón no los podían enlazar en la llamada y además creo que quería que yo hiciera acto de presencia también. Está como a cinco minutos de la oficina así que llegué rápido, el hombre en cuestión era un fulanito como de unos 22 años, habló con mi jefe y termino yéndose diciendo " una disculpa por molestarlos" uhm. 

De regreso para no quedarme con el antojo de nopales fui otra vez al super por unos, de paso pedí una pisca de "romeritos". Comí en la oficina mientras le macheteaba a los planos. No me percaté hasta que estaba degustando los dichosos romeritos "uy que ricos están, pero se nota que si tienen camarón, que rico es el camarón" .... "camarón!!!!!!!!!!!!!! " Me acordé que por todo el jelengue de mis manos, por aquello de los ácidos y la manga del muerto no puedo comer camarón! y estaba comiendo camarón!! se me paso por completo. Como días antes de este suceso me empezaron a doler unos dedos, pues no me detuve, casi que me dije a ver si asi me duelen menos si llevo meses sin probar camarón (con lo que me gusta) , jajajaja,  a sabiendas de que eso sería en un sueño guajiro. 

Por fin terminé los móndrigos planos, para llevarlos a imprimir, todo iba bien hasta que en el plano no. 15 empezó a salir borroso hasta que no salió nada y yo " qué está pasando?" con voz de angustía, mientras la empleada con toda calma, paciencia y lentitud me dijo " nada, se acabo el papel" uuuuts! 

Eso implico que la empleada fuera a paso de tortuga, hasta el fondo de la tienda, a la bodega por un rollo de papel, abrirlo y colocarlo como si el tiempo no existiese. Pero bueno mientras eso pasaba, yo fui de nuevo con el de seguridad para ver si alguién había regresado mi memoria "nueva" usb (que me acaba de comprar) que olvidé un día de tantos de prisas y despereción que me hizo salir corriendo olvidándome de ella. Había dos y ninguna fue, lo supe por los datos que contenían, que no eran míos, bien pude quedarme con alguna pero pensé en el pobre que olvido la suya así como yo y que tenga esperanza de hallarla, así como yo la tuve y ya la perdí. Pagué y me fui volando hacia el fin del mundo. Ahí iba yo , en lugar de irme hacia mi casa porque casi que era mi hora de salida iba para hacer una entrega. 

Todo iba bien, hasta llegar a la mitad del camino, me tope con bastante tráfico pero avanzábamos lento (nunca tengo necesidad de andar por esas rutas ni están en mi radio de acción), hasta que justo dónde tenía que dar vuelta, me detuve como unos 35 minutos, cuando llegué al origen de todo, me di cuenta que era por culpa de los méndigos camiones que hacen base ahí, o sea, sobre la vil calle, a sabiendas del tráfico, de que no es parada y nada, se detienen , alto totol, y se esperan ahí unos minutos mientras se llena o llega más gente, un horror! tenía ganas de desaparecerlos del mapa! Por que si no hubiera sido por eso habría llegado con más tiempo a mi destino y no me habrían echo pasar la pena de llamarle al arquitecto áquel que me esperara que ya casi estaba llegando, que ya casi, que no se fuera por favor! y es que el se iba a las 7.00 pm en teoría (digo en "teoría" porque en el mundo de la arquitectura quién sale a su hora? NADIEEEEEEEEEEEEEEEE! ) total que llegué a las 7.08 pm. Apenitas. Hice en total 1.20 minutos desde la oficina hasta la torre aquella. 

Por fortuna el arquitecto en cuestión muy amable, hasta me salió a recibir a la recepción y no tenía cara de pocos amigos ni nada, buena persona me pareció y muy amable. 

Entregué planos y me fui de regreso a mi casa. Con el mismo tráfico. Ahora sí tomaría un atajo, que al final me dí vuelta en el otro atajo que no era tan atajo, pero que me resulto bien porque es la zona militar y esos militares no escatimaron en nada para adornar los árboles y las calles, parecía Disneyland esa parte, a los árboles ya ni hojas se les veían de tantos foquitos que tienen.  Pero me gustó se veía lindo. Ahora en MI recorrido desde la torre aquella hasta mi casa ( que está más cerca que mi oficina claro) hice 1.20 min. también, obvio hice más tiempo aunque pareciera el mismo porque era la hora pico, sin embargo creo que no era un tráfico espeluznante pero suficiente para mi. Por fin estaba en casa.

No tengo que decir que llegué cansadísima a mi casa verdad.