La llegada

Todo ha sucedido más rápido que isnofacto. Tengo muchas cosas en el tintero pero bueno empezemos por ésta. Super G, quien es mi mejor amiga, vivía fuera de la ciudad, como a unas cinco horas de la big city. Sólo fui a visitarla una vez y ya no me quedaron ganas. Ella era la que venía para acá para arreglar asuntos y de paso nos veíamos. Cada vez que eso sucedía hablábamos de todo lo que no hicimos y ahora teníamos ganas de hacer si ella viviera en la ciudad. Pues finalmente super G regresa! Consigió un trabajo (muy bueno por cierto) y desde ayer, lunes, está en la big city. 

Tuve oportunidad de irla a ver, saliendo del trabajo, nos fuimos a comprar una dona Krispy que son su fascinación, luego nos tomamos un cafecito platicando de n cosas, después fuimos a comprarnos un agua de horchata a un lugar que está por su casa que yo tenía mucho de no ir y que está muy bonito (a pesar de lo cerca que queda de la mía). Lugares para comer y vernos no faltaban. El punto es que no vivirá ahí en su casa, que queda a un paso de la mía, sino que se fue más hacia el centro para estar más cerca de su nuevo trabajo. Ella no es de las que piensa aventarse todos los días cruzar toda la ciudad de este a oeste, menos ahora acostumbrada a las distancias de su rancho dónde vivía. Pero estará en la punta del iceberg, o sea en un lugar muy diferente y seguramente con cosas tan interesantes que ver y hacer. Tendrá roomies, entre ellas una alemana, jaaa quén diría. Ahora sí podremos ir a santa fe, perdernos por las lomas mirando las casas, a todos los museos habidos y por haber, irnos en bici por reforma los domingos ( su nuevo depto está por ahí ), ir al cine y mucho más. Lo hagamos o no yo estoy feliz porque está de nuevo aquí.