Sábado. En la mañana temprano me llamó para decirme que me fuera sin desayunar, porque me invitaría al rato, que fuera tranquila porque ya no había ninguna prisa por nada, se quedaría en casa y mientras yo llegaba se arreglaría. Llegué, le ayudé a mandar un mail, tomamos las muetras del barniz para los muebles nuevos, nos entrevistamos con los barnizadores. Al terminar bajamos al otro departamento. Me dijo " tengo un regalo para tí" , sacó una bolsita de tela y me la dió. Dentro venían un juego de arentes y collar con un motivo poco común, una libélula, me dijo entonces " sé que te encatan las libélulas por eso las mande hacer especialmente para ti", glup! pude haber llorado ahí mismo de felicidad, no sólo porque me había gustado el regalo, sino por haberse acordado de ese pequeño detalle sobre las libélulas que en algún momento de una conversación lo mencioné sin pensar que se acordaría. Y no era la primera vez, anteriormente me regaló una pisa papeles con forma de libélula en color azul. Saqué el juego de la bolsita, me dijo "pontelo para ver como te queda", me ayudó a colocarme el collar y luego me puse los aretes, " se te ve hermoso, ve a vertelo al espejo", cuando me vi en él me gusto mucho más. No sabía ni como darle las gracias. Había algo más en la bolsa, unos aretes en plata también pero con forma de elefante, muy lindos " también son para tí" me dijo, en cuanto los vi recordé esa característica que tienen estos animalitos, sobre acompañarse en los momentos más difíciles, por eso los admiro y me atraen. Ahora tenía dos que me recordarían su acompañamiento, como aquél que compartimos cuando le conté del inombrable o del empoderamiento energético de ella.
Después me dijo " vámonos ahora sí a desayunar, te voy a llevar a un lugar que me encanta de aquí y la comida es deliciosa" . Nos subimos a mi auto, me dirigió el camino y llegamos. Era una placita que yo sola no habría encontrado, que en los tres meses que no salí de interlomas no conocí. Por fuera su aspecto es muy normal pero por dentro está ambientada como si fuera una calle peatonal, los locales tienen fachadas que asemajan un estilo antiguo y un cielo pintado en la cubierta.
Entramos al restaurante, estaba concurrido pero aún con suficientes mesas para pasar inmediatamente. Ordenamos lo que más le gusta a ella " sopecitos de pollo verdes" pero eso sí, todo "kosher" de acuerdo a los usanzas y origen del lugar en el que estábamos. Si, estuvieron deliciosos. Acompañados de un jugo de naranja, al terminar me dijo "tienes que probar estos bisquetes que acompaño con un capuchino". Así fue. Cuando llegaron los bisquets, trajeron unos botecitos de queso crema para untarles, sobre la mesa ya había un tarro con mermelada de fresa que no dude ni un segundo. Todo estuve delicioso, pero sabe más bueno cuando la compañía es buena también. Lo disfrutamos hasta la último bocado, sin importar que al lugar llegaban varios tipos con unos cuerpazos, que nos dejaban anonadadas y me decía " ve esto por favor, mientras nosotras estamos durmiendo ellos están ya haciendo ejercicio" nos reímos y cada una le dió una mordida a su bisquet y un sorbo a nuestros capuchinos.
Me la pase sensacional, casi que me sentía como si estuviera de cumpleaños, así de feliz. Me causa un gran asombro que cuando las personas te estiman, lo demuestran no sólo con palabras, sino con detalles, compartiendo tiempo, momentos, tan simples como una taza de capuchino, por la mañana, no se necesita de mucho. Que diferencia de aquellas que decían hacerlo pero sus acciones demostraban lo CONTRARIO, llamese el inombrable. La próxima vez que me encuentre con ella se lo voy a comentar, aunque me den ganas de llorar, no me siento inhibida porque ella llora tanto o más que yo, ya imagino cual será su respuesta, pero lo hago más que nada como una afirmación, de que las personas buenas existen y de la frase que me ronda la mente ultimamente " por sus actos los conoceréis". Que no importa el poco o mucho tiempo, en realidad a ella la conozco desde hace no mucho y hemos llegado a compaginar bien. "Somos buenas amigas" le dice a mi jefe.
Compartir con personas así, son de esos regalos que me da la vida también :) Gracias!
2 comentarios:
it doesn't get any better: good friends, good food, and a cute present from a good pal.
congratulations....
p.s.
sopitos! mmmmmm! slurp!
Absolutamente de acuerdo contigo!
Creo que la vida me la debía por la vez que estuve esperando a que el inombrable se acordara de mi cumple y no lo hizo; ahora aunque no era mi cumple, como si hubiese sido, departe de esta linda amiga :)
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