Afinando las escobas

El viernes sucedió tranquilo en el trabajo. Me fui temprano para la obra, allá vería a mi jefe, al barnizador y a nuestra clienta. Mi auto seguía en el taller pero me pude llevar el de mi hermana, que tiene el dispositivo de cuota para subir al segundo piso del periférico, así que me ahorre toditito el tráfico de los microbuseros, que duré trepada como 5 minutos que de haberme ido por abajo, habrían sido 30 mínimo. Increíble. Dí por estrenado el puente que paso a amolar la imagen urbana de la zona pero al menos funciona a veces.

Como no estuve atorada en el tráfico pues llegue media hora antes, raro en mí, ah como no herede la puntualidade mi abuelo que siempre llegaba así, media hora antes! bueno eran otros tiempos y es indefinida la situación del tránsito en esta mega ciudad lo cual retrasa muchas veces aún más. 

Saliendo de ahi me fui directo a llevar mi auto al mecánico, mi hermana linda me dio un aventón hasta la oficina, que por venir hablando casi se nos pasa la salida, me pasa que creo que el que viene manejando sabe bien el camino a mi trabajo.

A la salida, las muchchas planearon una reunión para arreglar el mundo, la hicimos en un centro comercial que desde agosto no regresaba por todo el desastre de la construcción del segundo piso del periférico. Anduvimos viendo tiendas, para finalmente sentarnos en una de las mesitas del área de comida, pero como me he reído con las anécdotas de los vecinos de mi amiga S. Mientras buscabamos un lugar para llevar acabo la reunión, no encontramos mucho de dónde escoger, me dí cuenta de los pocos lugares que existen en esta mega ciudad para dicho fin, recorde la infinita cantidad de sitios que existen en ....(no lo diré me limitaré a decir...) otros países. Acá ya nos sabemos de meria el de los tecolotes(sanborns), el de la v(vips), el de la p (portón) y los de la s (starbucks). Existen otros pero están más hacia el centro, no por nuestros rumbos. La nueva placita no la sugerí porque esta al aire libre y hacía un frió de aquellos, además aún no están abiertos todos los locales. A dónde fuimos (mundo e) está completamente cubierto, el recorrido asemeja un paseo por una calle, el techo está pintado de cielo, en los pasillos hay palmeras, y así. Para los días helados como éste estuvo bien.

De regreso fui afortunada porque mi amiga Mar me llevó hasta mi casa, que no estaba tan lejos. Estos han sido mis días sin vehículo.