viernes, septiembre 24, 2010

Termino el viernes

"we all fly together" by Marisa, click here

Ayer viernes tuve mucho trabajo en la oficina, desde la mañana tenía el pendiente de revisar todos los planos de la casa que se entrego, darle formato a lo que le falta y acutalizar todo, con los cambios de último momento que se hicieron durante la contrucción, generalmente siempre hay.
El eléctrico me paso sus planos pero les tuve que hacer varias correcciones. También estuve al pendiente de la llegada de la segunda ronda de mármol, que no fué de la tienda esa maravillosa, sino de su competencia, pero me quedaron mal porque no enviaron el mármol de la medida que les solicite, cuando días antes le pedí me confirmara que tenían en esa medida. El vendedor me pedía que lo recibiera así, creo que los vendedores no tienen ni idea, si lo pedi de 40 x 40 es porque lo necesito de 40 x 40 no es por puro gusto, ni por hacerle la vida de cuadritos a nadie, las piezas existentes son de esa medida y tengo que igualarlas. Agregándo el hecho de que como viene de una roca, las variaciones de tonalidades son indeterminadas, en otro caso eso sería casi irrelevante pero no está vez, que se está completando algo que ya existe. Estuve a un pelo de cancelar todo pero me ofrecieron cortarmelas o cambiarlas por el beige maya. Toda esa situación me causo tensión, tenía en un lado a mi jefe, por otro al del mármol y en uno más al maistro.
Me salí a comer a las cuatro! si no fuera por las 4 galletas medias caducas que encontré en la alacena de la oficina, no hubiera aguantado el hambre. Estaba esperando a mi compañera para comer juntas, habíamos reservado en la super fondita donde solíamos comer antes de mudarnos, sino hubiera sido por eso me habría salido desde cuando a la comidita de enfrente.


A mi regreso estaba esperandome el señor plomero, que la verdad, me pone de buenas, tiene una energía muy positiva, se me figura mucho a mi, tal cual me dijo "todo tiene solución" cuando se dió cuenta del nuevo lío. Iban a llegar unos muebles, pero no había quien recibir, nadie tenía el teléfono de los colocadores de la cocina, tuve que mover cielo mar y tierra, pero lo logré. Me explico dónde había metido la tuberíra, para complentar el plano de instalción hidraúlica y sanitaria. Salí volando a las 6.30 pm pero ya iba tarde para mi concierto de Bon Jovi.

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