sábado, septiembre 11, 2010

Carretera


Este día hice algo que no pensé que haría pronto. A mi no me gusta manejar en carretera, ni lugares por dónde no conozco, aunque por razones de fuerza mayor lo he tendio que hacer, al menos lo primero acompañada y lo segundo muchas veces. Pero hoy fueron las dos cosas. Agregándole que sería la segunda vez que manejaba el auto en el que nos iríamos.

Resulta que no sé a quién de los dos se les ocurrió la fantástica idea de irse a Culiacán de vacaciones, al menos para mi no es un destino con el que sueñe, pero para mi hermana y su novio sí, porque él tiene familia allá. Si claro hice un coraje cuando lo supe, después quise borrarlo de mi mente hasta este día, que tuve que ir a dejarlos.

En otras ocasiones el shuttle sale de un hotel no muy lejano de mi casa, cuando he sido chofera en otras ocasiones no me había preocupado, pero esta vez sería hasta santa fe, la parte de la ciudad nueva que está a las orillas, que he descrito como un laberinto, no es que sea el único pero la diferencia con éste es que es de cuidado porque si te equivocas en algo, puedes tomar la carretera hacia otra ciudad, Toluca en este caso, con un retorno muy lejano, sufriendo con los señalamientos que dejan mucho que desear.

Estabamos por perdernos, pero preguntando logramos ubicarnos para no peder mucho tiempo y llegar a la estación del shuttle. Los deje y ahora me tocaba quitarle las telerañas y poner a trabajar en máxima potencia a mi sentido de orientación, tenía la ventaja que como entramos, saldría. Pese a los letreros que no me decían nada que me sirviera, enocontre la salida de regreso a casa, estaba a punto de tomar la autopista de regreso a casa cuando me hablo mi hermana que los dejo el shuttle que si me podía regresar para ir hasta el aeropuerto de Toluca. LLEGO MI HORA!

La noticia me norteo y dí vuelta en dónde no, pero descubrí algo, la magnífica iglesia, esa de la cual ví los planos recién salidos del horno, mi imaginación fue demasiada, me sucedió lo mismo que cuando ví la estatua de la libertad en nyc. Ni siquiera puder ver si había una entrada, para tales horas de la madrugada pues claro que no estaría abierta pero ya tenía una idea de dónde está, pero del tamaño reducido apenas y se ve.

Regresé, no maneje de ida lo cual me sirvió para ir viendo el camino, no debería ser tan difícil, tenía la ventaja de que había pocos carros del lado que yo tomaría de regreso. Así fue. El camino fue tranquilo, hasta hice una parada en una gasolinera parar cargar combustible del auto y un tentenpie para mi, a esas horas las tripas ya me crujían y yo sin desayunar.

Esto podría ser una simpleza, tal vez lo sea, pero no para mí, era como toda una odisea que ni me paso por la mente que lo haría, pero ahora que lo hice, me sentí contenta, cuando llegue a casa sana y salva me dije a mi misma " lo hice muy bien , lo logre"

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