
Últimamente el centro de mi universo es mi nueva oficina jajaja. Y no es de asombrarse puesto que paso más tiempo aquí que en mi propia casa, mis compañeros se vuelven allegados míos aunque no como tal una familia pero sí los llega una a apreciar de una u otra forma, porque pienso que las personas siempre tienen un lado amable al que se le puede aprender y hasta admirar. De la misma manera las paredes que contienen esta oficina serán parte de mis recuerdos del futuro, por eso ese muro rojo que sobresale de sobremanera apenas uno entra este espacio ya fue digno de fotografiar. Debo decir que mi primera impresión fue sentirme como algo salido de la Bauhause, no me convence aún el amarillo de la oficina de mi jefe pero total , es la suya de él jajajaja. Los muros divisorios de cristal también me gustan, aunque la privacia se restringio casi en su totalidad pero con el esmerilado algo se salva. Afortunadamente el nuevo lugar me gusta más cada día, es tan cierto eso de que cambiar de aires, le viene bien a una. Eso sí, ya lo comprobé, aquí hace más frío que en la anterior, no es vano estar en las faldas del monte, ni tampoco que los que están en las proximidades ahora con este frío verdaderamente invernal y aires descomunales, amanezcan banquiscos por la poca nieve que si puede caer en la periferia de la jungla de asfalto.
Lo único que me tiene ondeada es la cuestión de la comida, por aquello de que la báscula no cede, he traído mi propio menú a ver que tal me funciona y forzada a que no hay mucho de dónde escoger por estos rumbos. Mi dieta se está enfocando mucho al pescado, en primera porque me fascina, en segunda porque es de lo mas fácil, práctico y nutritivo, en tercera porque a ver si así se me va algo de los omegas al organismo y reduce mis ansias de comer, que porque los mexicanos tenemos esa tendencia por una substancia que nos hace falta en el cerebro? bueno entre si o no yo me como me pescadito delicioso! (el horno de microndas aún no llega, ni sus luces....).
Las novedades son que he tenido poca interacción con el nuevo inquilino, vecino mio, (o sea mi nuevo colega en la oficina), porque su cubículo se encuentra a lado del mío, no ha habido necesidad de que se me invada mi espacio (salvo cuando entran por hojas que imprimieron pero no es de todo el tiempo), así que todavía no puede emitir algún juicio más acercado a la realidad, digo de cualquier manera hasta ahora todo marcha bien. Tomará algunos días más que se integré a nuestra hora de comida, aunque no creo que le interese mucho salir con Mar y yo porque el 100% de nuestra plática es la de un par de mujeres que tratan de arreglar el mundo jaaaaaaaa!
La otra noticia es que ayer nos encontró el arqui, porque entre todas sus ideas bizarras está la de no llamar para pedir la nueva dirección, sino deambular por el vecindario (que es el mismo dónde el vive), hacer uso de su instinto, de su lado investigador y de obeservador empedernido, para dar con nuestra oficina, no es mi conclusión, el mismo me lo dijo " llegué por el espíritu santo" (eso habla de su lado religioso también). Platicamos un rato, me contó de uno de los enredos de su enredosa vida y se marchó amenazando con regresar. Hoy está de nuevo aquí.
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