el viernes estaba exhausta de todo el trabajo y marchas forzadas en las que he estado durante los últimos días. entonces el ashram vino a mi mente. es un lugar que solía frecuentar más en el pasado para ir a meditar. recordé lo que había escuchado en la mañana acerca de hacerse regalos para uno mismo diario y se me ocurrió que ese sería maravilloso además que escuché también un mantra hermoso que puso la conductora en turno, tere, que hace no mucho regresó de la india. el lugar en cuestión, no está muy cerca así que tenía que aventurarme un poco en los transportes porque no pensaba llevarme el auto con todo el tráfico que un viernes por la tarde significa y me alteraría, sólo por eso lo pienso dos veces antes de ir pero está vez creo que nada más importo que tener ese momento tan especial que se vive ahí. recordé a mi amiga ale que toda la semana ya sea por sus clases de pintura o sus ensayos en el coro cruza un tramo de la ciudad más largo que el mío para llegar al destino final, "no debe ser tan malo" pensé. y me encaminé. me tocó algo de lluvía, no recordaba que tenía que caminar tanto pero me haría bien de todas maneras, llevaba paraguas en mano, pero llegué. invite a mi heraman por supuesto porque a ella también le gusta demasiado y nos encontramos ahí. salí tan tranquila y relajada como una sesión en el spa, todo como con un efecto reparador, que deseo poder regresar más seguido. ese fue mi regalo del viernes :)
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