Hormonas 2x1

He estado super sensible, más de lo normal. Mr big anda raro porque esta semana fue la ultima en su trabajo y el fin de semana se muda a otra ciudad, pero obviamente que ha y he resentido todos esos cambios y el ha cambiado. Total que ayer hizo algo que no me pareció, por la mañana sólo me saludo y yo a él y no pude comentarle nada al respecto, no sabía exactamente que sentir, pero sí estaba extrañada pensando el por qué. No tuve tiempo ni de enojarme como tal, tenía tantas cosas que hacer, no paré en la obra, no me senté ni un momento! ni uno! No pude pensar tampoco mucho en eso, no pude llorar porque estaban todos, los pintores, los herreros, los del mármol, no asimilé nada, hasta que me subí a mi auto y venía de regreso a mi casa, ahí fue cuando ya pude pensar en todo. Llegué a mi casa, lo primero que hice fue comentarle esperando una respuesta, mi tan ansiado "por qué" había pasado así ayer.  Leyó el mensaje pero no respondió nada, no soporto saber que se ha leído el mensaje y no responden hasta mil años después,  me vuelvo desesperada, yo soy de esas que siempre tratan de responder los mensajes. Entonces me dio el drama, me sentí triste y no escuchada, lloré y lloré -así o más drama- tenía ganas de pintar mi punto y aparte. Hice una pausa al drama, no podría seguir tan intensa y luego mandar un mensaje llevado por la emoción, así que con todo y la lluvia me fui a comprar la tapa para el depa que falta para airar mis pensamientos y dejar de alucinar en el peor panorama, que en realidad el pensar en  el peor panorama era lo que me hacía llorar, no tanto lo que había sucedido. Hasta el hambre se me fue. Nada que llegaba mensaje, me llegaban de mi jefe, el eléctrico pero ninguno de mr big. Pensaba que ciertamente a veces se es imposible contestar los mensajes de inmediato, como que sólo los lees y en cuanto tengas un momento los respondes, pensaba que seguro estaba ocupado. Total que al llegar a casa llegó el tan esperado mensaje. Se disculpo! Era precisamente lo que esperaba, una disculpa y la tranquilidad regresó a mi. Aunque no sabía si lo iba a hacer, pero lo hizo. Toda mi tragedia de horas antes no tuvo cabida, sufrí en vano. Me pregunto si seguía enojada -después de la disculpa claro- le dije que no. Como una disculpa cambia toda la perspectiva. 

Después de eso, seguimos platicando muy bien y hasta serenata me tocó. Yo contenta entonces. Me da risa que al llegar mi hermana -ya había pasado la tormenta- me preguntó que si había cenado, le dije que no tenía hambre y me respondió " ahhh ya sé porque..." y sí sabía en relación a que se me había ido.