domingo, mayo 05, 2013

Línea sobre línea



Por fortuna esta semana tuvimos un día libre, eso lo hizo más llevadero el asunto del trabajo, aunque el jueves me desperté creyendo que era apenas otro lunes más! pero noooooooo! phewww! 
El jueves fue el cumpleaños de mi jefe, hubo pastel en la oficina, eso hizo que estuviera él de mejor humor y se fuera pronto. Anunció también que al día siguiente no iría, así que tendríamos que ver todo ese mismo día, pero aseguraba entonces que el viernes pudiéramos salir a comer a nuestra hora y no tuviéramos que andar corriendo de un lado a otro. 
Como obviamente para los poquitos que somos era demasiado pastel, le lleve una pedazo al arqui, lo fui a ver hasta su casa. Ya tenía mucho que no lo veía, desde cuando quería ir a verlo porque pese a todo pues es una buena persona en general. 
Me recibió con música clásica de fondo, mientras en su mesita de la sala tenía algunos álbumes que había escogido para ver conmigo, porque eran de sus viajes y el sabe canto me gusta viajar y conocer el mundo. Como para pasar el tiempo se ha dedicado a organizar su montaña de libros y discos, apartó esos para mostrarmelos. Yo encantada porque tenía unos de Rusia que estaban interesantes. Eso sí, como el arqui es una persona muy rara, resulta que de todos viajes, el nunca fue, sino sus padres, pero el los cuenta como si el en persona hubiera ido. Como el arqui es una de esas personas que habla sin parar, apenas y me dejo contarle de mis últimos viajes a gringolandia, pero sí le dije que Washington es una ciudad majestuasa y monumental de la cual regresé admirada. Al menos ese comentario si lo pude expresar jajaja. 
El lunes va a ir a la oficina, supongo que a reincorporarse con nosotros, porque al parecer al jefe le salió un proyecto nuevo, eso por un lado en cuanto al proyecto me emociona, por el lado del que el arqui regrese por un lado también me alegro por el porque podrá tener  una entrada de dinero, pero si me empieza a sacar canas verdes eso sí que no me va a gustar. 
Como he contado en otras ocasiones, el arqui es capaz de formar un concepto espectacular de un proyecto, pero hasta ahí, porque cuando empieza a dibujar en el autocad, ya lo que salen son patas de araña, porque dibuja como si fueran un lienzo en blanco, líneas sobre líneas y se hace una maraña de pesadilla y luego la que tiene que arreglar todo eso soy yo, lo peor es que tiene que ser a la velocidad del rayo por órdenes del jefe y más aún la que sale regañada posteriormente porque se hace enmarañado soy yo, aunque yo no lo haya hecho.


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