domingo, abril 21, 2013

Cansancio Extremo



La semana que acaba de terminar fue una de las más pesadas que hacía mucho no tenía, cuando intento hacer memoria para igualarla a alguna pasada, sólo me acuerdo de la vez que tenía la entrega de los planos de las torres de departamentos que sí me presionó bastante mi jefe con eso y, con otro proyecto hechizo de un edificio corporativo de un fulanito que nada más andaba ahí queriendo hacer sus pininos pero que el capital caí en cuenta ni lo tenía. Y es que para hacer hasta un cuartito de 3mts x 3mts necesitas dinero y mucho!!! lo sé por experiencia propia. 
Han sido diferentes situaciones pero todos ellas cargadas de mucha presión y estrés. Como había mencionado antes, pienso que mi jefe está sobre cargándome de trabajo, no sé si se da cuenta, dice super G que sí pero que no lo importa, no estoy tan segura, porque de algo si estoy segura que él cree que todo es fácil, se imagina que para tener un plano terminado en la primera tirada de línea está hecho y no es así. También tener al día 4 obras diferentes por muy pequeñas que aparente ser, requiere de tiempo y esfuerzo. Tiempo que no he tenido por estar metida en la 5° y en una 6° que parece nada pero lo es. 
El lunes estaba en la obra como siempre, llegó la hora de la comida y yo me había traído un pescado que había quedado del sábado pero que refrigéramos bien y estaba buenísimo aún. Aunque el horno de microondas ya funcionaba, me parecía medio atrevido meter mi comida ahí, más con la señora a un lado de mí. No le quise pedir ni permiso y quería descansar de escucharla un rato, así que me salí para buscar con qué complementar mi pescadito e irlo a calentar a otro lado. 
Me fui hacia un minispuer que hay por ahí, la encargada me permitió calentar mi pesacado y me compré una sopa instantánea. Me comí todo sin problema. Todo pasa por algo. Estando ahí, entró el plomero a comprarse algo para comer también, me cayó del cielo porque necesitaba tratar un asunto muy importante con él que me pudo resolver y descansó mi alma. 
También estando ahí me mando un sms mi mamá para decirme la noticia de lo del maratón, la encargada de la tienda buenísima onda le puso al canal de las noticias para verlo, y hasta me senté por fin, me podía sentar, en todo el día no me había sentado para nada porque no hay ni donde y no paraba con la señora detrás de mi todo el tiempo. 
Total que regrese a la obra, todo iba perfecto, salí medio tarde ese día, me regresé a mi casa, aquí me comí las ultimas aceitunas que quedaron del pescado cuando llegué. A la hora de la merienda mi comí un plato de cereal. Fue todo. Pero cuando ya estaba cerca de dormirme, me empezaron a dar unos dolores de estómago o de tripa, no sé pero que no se me quitaron hasta las 5 am que me hizo efecto una pastilla que me tomé. Logré dormir dos horas y levantarme de mejor ánimo aunque había pasado la noche retorciendome en la cama de los dolores. Hice muy mal en haberme tomado la primera pastilla que ni el dolor me quitó y sólo me cerro la cañería, es decir, como lo malo no podía salir por abajo, me dieron unas náuseas tremendas y, si algo aborrezco en esta vida es vomitar. Respiraba y respiraba profundo para que se me pasaran, pero no, no iba a hacerlo. Eso creo que hizo que me sintiera peor. 
Sin embargo, al siguiente día, me presenté a trabajar, aunque esa madrugada por ahí de las 3am le había escrito un mail a mi jefe diciéndole la situación, que tal vez no me presentaría, y al menos para que me tuviera alguna consideración porque es horrible estar enferma y que te gritoneén por alguna tontería. 
Ahí estaba al pie del cañón, verificando que todo se estuviera haciendo para la entrega de ése jueves. Ese día me empezaron a doler las piernas como nunca antes, era un pesar, así que a donde llegara, buscaba un lugar para sentarme porque no soportaba estar tanto tiempo parada, adaptaba una cubeta de pintura con una tabla y ahí me sentaba, ese día sólo me comí una gelatina y unas galletas que me había regalado el plomero el día anterior y había guardado, no apetecía ni se me antojaba nada más. Es más no podía pensar en comida para nada. Todavía tenía contracciones de dolor en las tripas pero más esporádicas. Por suerte tenía el medicamento que la otra vez que me paso similar, me había recetado el doctor y eso me ayudo mil!
Salí también medio tarde ese día de la obra, me fui directo a mi casa, inmediatamente cuando llegué me fui a acostar a mi cama, no aguantaba las piernas, las puse en alto para ver si así sentía alivió, me dolía todo el cuerpo en realidad, también estaba toda yo blanquisca del polvo que todavía generaba la obra, mejor me dí un baño caliente y eso me hizo sentir mucho mejor, me dormí.  
El siguiente día no fue menos complicado pero al menos no tenía ya el dolor de panza. Es increíble que en los ratos de mi ausencia, pasaban cosas en la obra. Safaron una regadera, se les cayó un espejo y se despostillo, rompieron la tapa de un wc, despostillaron una puerta, colocaron los topes de puerta donde no, perdieron unas tapas de apagadores, entre otras. 
Llegó el jueves, entre que estuve detrás de cada trabajador para decirle esto así, esto te falta, sacaba metros cuadrados en la computadora, la señora me contaba 10 veces la misma historia de porque compró esa recámara, me preguntaban cosas los del piso, me hablaban de los otros departamentos, mi jefe me pedía datos por otro lado, fue una locura. Tenía ganas de salir corriendo y gritar! sí así como una loca suelta jajaja. 
Pero no lo hice. 
Salí ese día a las 9 de la noche pero quedó bastante decente todo. Como dije faltaron algunos detalles, que a pesar de que los señores estuvieron ahí las 24 hrs casi checándonos, aún así faltaron cositas que nadie se dio cuenta antes hasta la entrega, nadie! y es que como las va a ver uno si nada más estaban ellos enchinchando!!!
El viernes fue sólo un poco más leve pero aún así tuve que ir dos veces a la obra! porque la señora se puso sus moños de que le estábamos robando, bueno no lo dijo así pero eso es lo que da a entender, cuando te dice que no te va a dar los cheques porque no le salén unas cuentas. Y es que le hicieron una cotización de un cancel de cristal templado para la regadera de servicio, no creyó que valiera la pena poner ese material y le dijo a mi jefe que le pusiera otra cosa, entonces le dijo como cuanto sería, mi jefe resondió "como $2500" pesos, pero fue una aproximación porque eso hay que cotizarlo, al final salió el mentado cancel en $3500, así que la señora dijo que por qué, que a ella le había dicho que 2500 pesos y sólo por eso, no quiso mandar los cheques para pagarle a toda la gente. Mi jefe me regaño como si yo fuera la señora, o sea se desquitó conmigo, que la gente necesita su dinero, que si no quiere pagar esos mil pesos que no los pagara pero mandara lo demás, bueno todo un caos por la señora. Al final me dio los cheques, pero hizo que mi jefe le descontara esos mil pesos.
Aunque para ella mil pesos son nada. Por ser tan quisquillosa ya saben le pasa de todo, porque en todo ha tenido problemas, en todo, por ejemplo mando hacer un comedor que según ella el de sus sueños, le tardaron mil para entergárselo, le costó una fortuna, lo pago todo desde hace otro tanto y, todo para que se lo entregaran mal, es decir, las sillas y el trinchador de un tono de madera y la base de la mesa en otro totalmente diferente cuando deberían ser iguales. Luego, su recámara que igual, me hicieron hacerlos un croquis de ubicación de contactos para mandarles hacer los agujeros a la cabecera y pudieran conectar sus lámparas de las mesitas de noche, todo para que al final se terminaran llevando la cabecera porque no estaba bien armada, el señor además había cancelado los huecos de lado izquierdo sin notificarme y casi me da el patatús cuando ví que no tenía esos huecos. Así en muchas cosas, yo nada más oía los gritos que le daba a la arquitecta de los muebles, no quería estar en su lugar. 
Ese viernes a las 6 pm en punto, me salí de la otra obra, no quería saber de nada ni de nadie más. Me fui a casa, en cuanto llegué me quedé dormida, tenía un agotamiento extremo. 

1 comentarios:

consejos para descansar mejor dijo...

A mi me estuvo pasando una larga temporada cuando tenía mucho trabajo y mi hija estaba muy enferma de gripe, ahora ya he aprendido a llevar una vida más relajada y a hacer deporte todos los días, ayuda mucho