El sentir ese raro, de angustia e incertidumbre, por lo de mi primo, no lo tuve este día, de hecho anduve por la mañana más pensando en otras cosas, luego las pongo, pero ni me acordé de lo de mi primo más que nada por el trabajo, mejor así porque ayer, era lo único que podía pensar.
Llegué a casa, le pregunté a mi mamá antes de que se fuera que había pasado, como estaba otra de mis tías aquí me dijo que luego me contaba, pero que ya se había llevado sus cosas mi primo y que a ver cuando venía.
Me quedé triste, hasta ganas de llorar me dieron, no he llorado pero si tengo ganas, y es que como se acostumbra uno a las personas, y eso que apenas y nos veíamos, pero ya me había acostumbrado a que cuando llegaba del trabajo él estaba ya en la casa y pues cada uno haciendo sus cosas pero pues ya era parte de la familia de esta casa.
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