A nadar!

El domingo pasado quería ir a nadar, pero se me atravesó el desayunó aquel con las amigas de mi hermana. Fuimos a un lugar que se llama Crepes & Waffles, estaba delicioso todo lo que pedimos. Yo ordené una crepa holandesa creo que así se llama, porque tenía queso por todos lados, estuvo buena pero creo que para la próxima mejor pido algo con menos calorías, como la de espinaca. También probamos el waffle que compartimos, superó mis expectativas, muy rico y sin más que agregarle. 

Total que apenas y me dio tiempo de levantarme y arreglarme para el evento, así que mi idea de ir a nadar se esfumo y toda la semana estuve pensando en ir este domingo. 

Cuando abrí los ojos me di cuenta de que había amanecido nublado, pensé en no ir pero era parte de mi apatía, no entendía todas las ganas que tuve el domingo pasado, luego pensando cada día de la semana que ahora sí iría y todo para quedarme más tiempo en la cama, no podía ser posible. Recordé algunos argumentos de la conferencia a la que había ido el domingo, me dije a mi misma que no me dejaría llevar por la apatía, fue difícil: " y que traje me llevó, dónde estarán los gogles? y los tapones de oído? y la gorra?"

Pues bien, me levanté, estaba en la sala pensando voy o no voy, voy o no voy, cuando me dio un piquete en la panza, jajaja entonces dije sea lo que haya sido ese piquete era la señal de ya despabilarme e irme a nadar. Subí de nuevo a mi recámara, me medí los trajes, el negro último es el que me quedaba mejor, de todas maneras nadie me lo vería, me lo puse, busqué los gogles que por un momento creí no iba a encontrar porque ya he dicho mil veces que en esta casa todo me cambian de lugar, sin preguntarme ni avisarme, pero lo logré, los encontré. Lo que si ni de broma encontraría eran los tapones de oído, me dije bueno sin tapones, la idea es ir a mover el cuerpo. Ya estaba que me salía, cuando me surgió la duda de la gorra si era obligatoria, porque no tenía!, según yo sí era pero quería asegurarme, llamé y me dijeron que sí tenía que llevar, vendían unas ahí pero costaban 150 pesos! Tomé mis cosas y me fui en el auto, la primera parada era el super, nada de tráfico, la ciudad vacía y eso que no era de madrugada ehhh, fui a la sección de deportes y ahí encontré esplendorosas gorras a 59 pesos, me llevé también unos tapones de oído por 10 pesos, no son tan suavecitos como los que ya tengo pero me servirían. Como no había gente, me ahorré pagar el estacionamiento también, porque encontré un lugar en la calle y estuvo de maravilla, las cajas vacías, entre y salí en 5 minutos :) Me compré una gorra plateada, siempre había querido una así. 

Llegué emocionada al gimansio, " vengo a nadar " le dije al empleado, yo ya casi quería meterme luego luego pero me dijo que me registrara primero. Pagué y me fui directo a la alberca. Me metí y desde ahí fue lo mejor del mundo, hacia tanto que no me metía a una alberca con calefacción! Nadé y nadé, me encantó la experiencia y sueño con regresar el próximo domingo. 

Aunque la alberca es pequeña, es perfecta para mí, porque puedo cruzarla y no tengo que pararme a la mitad por mi mala condición, eso sí, llegando a la orilla llegaba con la lengua de fuera, claro hacía mil que no nadaba lo que se dice nadar, no es de extrañarse. Además la altura de ésta es  de 1.40, o sea que si me da el calambre, ya no puedo respirar o lo que fuera, podía pisar suelo en cualquier momento y eso me da una SEGURIDAD increíble. En total eramos 3 personas, incluyéndome las que estuvimos disfrutando de esa maravillosa alberca con agua calientita y es una alberca techada, así que nada de frío!  No me puedo quejar porque cada una podía estar a sus anchas. Me encantaría poder ir todos los días o entre semana también pero se sale de mi presupuesto, por ahora será los domingos. 

Espero que esto también me sirva para lo de el peso, para motivarme y dejar las galletas a un lado. Debo decir que la semana pasada me porte mejor, sólo un día caí en la tentanción de las galletas, y estuve  comiendo ensalada también, ahora creo que voy a portarme mejor porque tengo, la idea de poder llegar al menos a donde estaba para mi cumpleaños. El novio de mi hermana me dió la idea de irnos a Acapulco, así que puede que se haga realidad. Más a mi favor.