miércoles, febrero 15, 2012

Mi San Valentín


Entre la bruma de lo no importante, haciéndo mi lista de mis agradecimentos lo noté. De todo lo bueno que tuve este día. Para muchos es un día de pura mercadotecnía, puede ser, pero a mi sí me gusta el día de San Valentín, mejor conocido aquí como " el día del amor y la amistad". 
Siguiendo lo que me pudo encantar de la frase " un corazón pleno da" pues es una maravilla, los detalles de verdad que alegran, así que pensé en que podía llevar a la oficina, pienso en algo que me gusta y voilá. Unos palitos de galletas rellenos de chocolate, fresa o vainilla, me gustan mucho, pero por la dieta, los había evitado. A todos les gustaron. En mi lista de elegido, estuvo mi amable vecino. Y saben, lo he extrañado! Desde antes de la cirugía deje de verlo, ya no me daba tiempo de darle aventón porque el madrugaba y yo no. De todo lo que tenía que hacer no me daba tiempo de llevarme comida, empezó a hacer frío y dejamos de comer juntos. 
Pero ahora que le llevé su presente, me volvió a recordar muchísimas cosas, no sólo de lo fantástico que pasamos hablando horas de cualquier tema, de su punto de vista humano, de lo bien que me la paso con él, de sus historias, de su ternura y lo mejor de sus abrazos. 
Obviamente mientras me contaba algo, por un momento deje de escucharlo y me acordé de sus palabras de aliento, cuando le conté que lo del innombrable pasaría a la historia. De repente me hicieron corto circuito las neuronas cuando me da cuenta de todo lo mucho que te pueden apreciar las personas. 

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