miércoles, febrero 15, 2012

Alucinando y recursos mentales



Por la situación, es de esperarze que haya tenido sueños de ese tipo. Pero tal  vez sea un recurso de mi mente para regresar al mismo estado de sombra, es lo más seguro, sin embargo si me llegó el gusanito de y qué tal si le pasó algo malo en verdad? 
No es que mi vida dependa de lo que sueño, ni que los tomé como verdad absoluta, porque los sueños son tan raros y locos. Sin embargo algunas veces sucedió, que algunas veces cuando yo estaba fuera de casa, a miles de kilómetros, del otro lado del mundo, tuve una pesadilla respecto a mi hermana, me desperté con esa inquietud y resulta que cuando me conecté por el msn para hablar con ellas, sí le pasaba algo, se había enfermado y había tenido que ir al médico, nada grave o de muerte pero suficiente para inquietarla y yo hasta soñar con ello. 
No era la primera vez que soñaba con el innombrable claro, algunos eran color de rosa, otros no tanto, pero nunca había soñado algo parecido, en el que su integridad se veía afectada, creo que de nadie. Todo fue aquella vez que tuve el sueño del barco que se volteaba y la gente caía (claro que estaba reciente la noticia del crucero aquél). No había querido tocar el tema porque en verdad me afecto mucho, cuando lo recordaba me ponía a llorar. 
Lo tengo aún muy presente, pero ya no lloró.  Tal vez era la señal de mi inconsciente de que estaba pasando a la historia él literal en mi vida, pero y que tal si en verdad le sucedió algo malo? Lo único que me reconforta en este caso, porque no voy a utilizar este recurso para llamar o mandar un correo que no tengo ganas de hacer, es que como dice el dicho  " las malas noticias se saben pronto" y ya me habría enterado de alguna forma.
Lo interesante también fue que días después, soñé que el innombrable venía a pedirme perdón, decía que me amaba y blablabla, (ahora viene lo mejor)  que yo aceptaba su disculpa! y volvíamos. Este es otro recurso de mi mente para sacar lo que pude llegar a querer en algún momento. 
Pero luego me acordé de lo que me contó la abuelita Engracia, quién estimaba a mi papá mucho y viceversa. Resulta que en las últimas de él, ya no le contaron nada a ella sobre que tan mal estaba, ni mucho menos que había fallecido, porque el estado de salud de ella y anímico estaba decreciendo y no era el óptimo. Sin embargo ella le dijo a su hija que ya lo sabía, que por qué no le habían dicho, porque él había venido a despedirse de ella, en espíritu claro. Entonces volviendo a mi debraye más que alucinante al que seguro ni con narcóticos hubiera llegado a semejante pensamiento: qué tal si el (innombrable) vino a hacer las pases conmigo aunque fuera desde el más allá? ja! 


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