jueves, febrero 09, 2012

Mi ataque de risa



Ayer me dió un ataque de risa. Hacía rato que no me daba uno así. Que bueno, porque es tan beneficiosa, especialmente para como ando de ánimos ultimamente. 
Llegó la hora de la comida, me había traído yo un poco de picadillo que había sobrado de mi casa, para aprovechar, sólo lo quería complementar con algo más. También quería ir a una mueblería que hay en una placita muy cerca del trabajo a ver las cabeceras, porque como ahora tengo cama grande, la pequeña ya no me servirá, sin llegar a comprarme una recámara compelta, claro eso sería mi sueño. 
Total que aunque me entretuvo mi jefe con cosas de último momento, sí pude salir a comer, estaba lloviendo, llegué a la plaza y lo primero que hice fue subir al área de comida, es muy pequeña y no hay mucho de que escoger, las opciones eran: flautas, sushi, subway, pizza, parrillada, comida yucateca(?) y ya. Me fui por el subway, con el picadillo parecería que le pedí de "albondiga" y no sólo de "jamón" ja. Por primera vez me comí una galleta de las que venden ahí, siempre había querido probarlas, siempre pero me resitía por la dieta. Estaba buena. 
Pero lo mejor de ese momento no sólo fue mi comida rica, me senté en una mesa que quedaba justo al frente de una de las casas que estamos a punto de terminar. Me quedé ahí observándola mientras comía, como fui sola, no hubo nada que no me lo permitiese. El paisaje también desde ahí es muy bueno, se ve la inmensidad del cielo y la magestuosidad de las montañas que cortan el horizonte. Me sentí muy contenta de poder contemplar la obra casi terminada, porque es como un monumento al esfuerzo de cada uno de los que participamos en llevarla a cabo. Esa casa es una de mis favoritas, por el ventanal gigantesco que tiene. Si me lo preguntan, no me habría imaginado que algún día podría estar desgustando mi comida conmigo misma,  convertida en lo que siempre soñé desde pequeñita : arquitecta, en un momento de mucha tranquilidad mientras admiraba a lo lejos uno de mis trabajos, pero me encantó la sensación. Me quedé un ratito más ahí tomando el sol, contemplando la casa, admirando el paisaje y pensando en todo lo que he hecho , he pasado  y  ha sucedido para llegar hasta este punto.
Desde que llegué a la placita pregunté por la mueblería y me dijeron que ya no estaba, entonces cuando terminé de comer, me fui al Office a comprar un nuevo cuaderno porque el mio sufrió algunos daños, con la caída del café y ya me veía con ese cuaderno todo chilapastroso " qué pase la arquitecta " que pena me daría. En el Office yo soy feliz, me la paso viendo libretas, plumas, colores, voy de pasillo en pasillo; pero esta vez fue diferente. Acababa casi de entrar, estaba viendo los calendarios porque me dí cuenta de que no tenía uno decente para mi habitación, cuando derepente, escuché un estruendo que no se veía exatamente de dónde venía, pero a los costados de la tienda pasan pegados al techo, dos tubos de tela blanca entonces cuando miré hacia arriba, sólo se veía que se iban inflando esos dos tubos, como si algo vieniera dentro, no sabía qué, todos los presentes compradores nos desconcertamos, yo corrí, literal a la parte de en medio de los dos tubos aquellos porque estaba yo exactamente debajo de uno y sentía que se me venía encima. Pasó lo que estaba pasando por los tubos llegando hasta el otro extremo y terminó el estruendo. Todos nos quedamos con cara de asustados, el señor que estaba frente a mi estaba hablando por celuar y decía " no sé que esta pasando? " . Luego me ví a mi misma ahí parada, con las rodillas flexionadas, cubriéndome la cabeza con los brazos y cuando todo volvío a la normalidad, el mismo señor dijo " pensé que estaba temblando" , a lado mió había una señora con su hij@ que preguntaba también durante el evento " qué suena mamá? qué está pasando?" bueno la mamá no le decía nada porque no se sabía ni que fue. Entonces verme a mi así, al señor, nuestras caras, las no respuetas de la mamá, me dió un ataque de risa! hacía mucho que no me asutaba así. Le pregunte a la cajera y todos lo tomaron como " de qué hablas?" como si lo hubieramos soñado! más risa me dió. Como no podía parar y todos me veían absortos ante mis carcajadas, pues me seguí camiando (y riendo) hacia el pasillo de los cuadernos a ver si se me pasaba la risa, pero no, seguí riendo todavía unos minutos más. Tomé el cuarderno, rondé los pasillos y me encontré con el radiecito compacto que sirve de bocinas para el ipdo que me gusta. Mientras buscaba unos folders, me topé con una señora y su hija que lloraba sin parar, unos berridos (ahí es cuando pienso en lo del bebé y digo creo que mejor no jaaaaa) pero ahora que lo pienso, la niña le decía a la mamá, " no quiero estar adentro, llevame afuera" casi que creo que esa niña era la misma que escucho el estruendo que estaba a lado mio y tenía miedo de ir más adentro de la tienda, justamente hacia donde la mamá la estaba llevando y la niña se rehusaba " no me lleves allá " digo si yo estaba asustada, la niñita más! La señora la bajo y le pegó para callarla :/ yo mejor me fuí de la zona porque sus gritos si eran muy fuertes.  Me fuí a la caja a pagar. Pero regresé muy relajada a la oficina después de reír y reír tanto. 
Quién sabe que sería lo que sonó, porque empezó a oler como a cera quemada también. Yo he estado ahí muchas horas continuás y muchas veces cuando estoy imprimiendo planos ( mi pesadilla) y nunca había sucedido tal cosa. La cajera dijo sin estar segura, que pudo haber sido el aire acondicionado.

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