El viernes fue un día realmente de muchas emociones, emotividades y contrastes.
Empecemos por lo primero. Super G llegó a la ciudad desde el miércoles, me despertó por ahí de las seis de la mañana mientras, había llegado desde las cinco pero espero una hora para tomar la tarifa del taxi del día, que es más barata. Mientras ella llegaba podía entonces ir tomando fuerzas para levantarme con todo el frío que hacía, además me había dormido tarde. Llegó, subimos a mi habitación dónde yo me volví a meter a la cama mientras ella se sentó a lado mío y platicamos un rato. Luego nos bajamos a desayunar, hice sandwiches, medió raquíticos pero me dijo que para alguien que no desayuna estaba perfecto, que linda mi amiga que me chuleo mi desayuno por malo que fuese. Nos empezamos entonces a arreglar para irse cada una a su respectivos deberes. Yo me fui a la oficina y ella todavía se quedo peinando. Estaría aquí en la jungla de asfalto hasta el viernes.
Con todo lo de mis dolores de muela o lo que sea que haya sido que hizo que me doliera y mis idas a los médicos, pues mi jefe no andaba de muy buen humor para darme otro permiso para ausentarme unas horas el viernes, que habría un evento especial para super G, algo académico muy importante y deseado por ella y todos los que la queremos. No tuve opoción y tuve que pedir otro permiso, que mi a regaña dientes, echándome en cara los demás, pues me lo dio.
No me pareció tan bueno que me lo recalcara, porque si bien como se lo dije, mis permisos la mayoría no han sido por gusto sino por cuestiones de salud que me forzaron a hacerlo, subrayando también que si bien algo que no me gusta a mi es estar pidiendo permisos que no me gusta faltar a mi lugar de trabajo y deberes. Ya se que se le han de haber resbalado mis palabras, pero no pude evitar recordar que el otro arquitecto que estuvo un tiempo con nosotros, faltaba mucho, al final hasta le pidió de plano faltar un día a la semana, a lo cual mi jefecito se lo concedió sin problema, no lo ví molesto ni nada al respecto, no eran cuestiones de salud, era porque estaba metido en otra obra independiente que le estaba demandando más tiempo. Recuerdo también que el inge, con todo y lo bien que me cae, también estuvo faltando sin pena ni nada, claro notificado mi jefe, por unas cuestiones personales, nada de salud, era algo que ver con un papeleo y cuestiones administrativas, pero tenía que estar faltando al menos un día a la semana también, tampoco ví a mi jefe molesto ni nada al respecto. Pero si bien mis solicitudes de permisos de los últimos meses han sido para ir a mis consultas y mis estudios de todo el problema de salud que se avecinó. No fueron para vacaciones ni para arreglar papeles, ni por una obra independiente. Ahora recién le pido para algo que no fue de salud sino de apoyo moral que no era de una extraña porque super G también trabajo con mi jefecito, me lo dio al final, casi como si estuviera pidiendo las perlas de la virgen, lo cual no es. Digo uno también tiene vida y no vive para trabajar.
Haciendo a un lado ese momento del permiso que fue el jueves por la noche. La verdad el viernes me levanté alegre, por super G, porque lo que había logrado es realmente maravilloso. Me puse bonita y me fui al evento. Me inspiró todo lo que acontecía. Desafortunadamente no pude acompañarla al desayuno por la situación en la oficina, no habría ni podido disfrutar de ello pensando que ya me estaría solicitando mi jefe y se me habría revuelto todo en el panza. Mejor no, super G lo entendió perfecto, ya lo conoce.
Llegué a la oficina, noté que mi jefe no estaba de tan buen humor, me lo confirmó S pero bueno que se podía hacer, yo venía contenta e inspirada por el evento de la mañana, llegué a las 11.30 am por cierto a la oficina, asi que no estuvo nada mal. Luego de que se fue la pupila de mi jefe, pues me llamó para pedirme unas medidas, estando enfrente el señor herrero como si hubiera aprovechada su presencia, me señalo que según él le había dado mal unos datos que me había pedido la semana pasada, que había tenido que hacerlos el otra vez y se había ido a las 10 am. Cuando me dijo que era, a mi mente vino el instante exacto cuando me pido aquella información era como si lo pudiera escuchar otra vez diciendo "a los baños de abajo considere todo con lambrín pero la recámara de arriba sólo la regadera" así lo hice! pero ahora me decía que sólo me había dicho la regadera de los tres! uhmmm esto pasa porque mucha de la info es vía teléfonica o de palabra pero que casi quiero que me lo pida ya todo por mail para que no se ponga en duda mi cordura, digo me equivoco y muchas veces, no soy infalible desafortunadamente para mi jefe, pero pues soy humana, pero existen situaciones en las que reconozco metí la pata y otras en la que no, como este caso pero " para qué discutir?"
Luego el arqui empieza con sus alucines de que va a demandar a fulano y mengano, de una situación personal que le paso y encima hace años, se lo comenta a mi jefe y este pues tuvo la reacción que muchos quisiéramos tener cuando se escucha semejante disparate, pero que nuestro nivel de tolerancia no lo permite y reaccionamos de una manera más política pero mi jefe no es como nosotros, así que le dijo de una forma bastante " pon los pies en la tierra" al arqui que no lo hiciera.
Al final del día no fui la única regañada. Antes de irse regaño a Mar por algo de unas facturas y no sé que más. Cuando pasa por el lugar de ella con su " buen fin de semana" se da cuenta de que estaba llorando a moco tendido ( así como yo tenía ganas de llorar cuando lo del inombrable pero no lo hice, no pude) y pues mi jefe luego pensó que era por el regaño, sin embargo Mar es una persona muy fuerte y enterada de lo que es, vale y hace, no se derrumba (como otras, ejem ejem) ante un regaño, comentario o llamada de atención ( cómo lo hace?) nada la ha hecho llorar al menos en los que yo llevo trabajando ahí (ella a mi sí, muchas por el trabajo otras por el inombrable). Entonces mi jefe le dice "no es para que se ponga así" pero Mar que no tiene pelos en la lengua ( por cierto) le dice " no es por lo que me dijo, lo que pasa es que yo ahorita tengo una pena muy grande y ya no me pude aguantar el sentimiento" , mi jefe se sorprendió, casi que me imagino que llegaba a creer que nosotros somos de palo y no sentimos nada, ni tenemos familia,ni problemas, ni se imagina lo que una puede traer detrás ese día, si bien no puede uno llevarse sus problemas o vida personal al trabajo, tampoco nos vuelve insensibles y por mucha máscara existen momentos que no se pueden disimular con ninguna. Ya le preguntó que le pasaba y Mar respondió a sus preguntas. Le dio el pésame.
Dese la mañana que yo llegué ella me había comentado algo que había pasado en su familia, pero no la ví que se hubiera puesto triste en ese momento. Me contó que una de sus prima-hermana que era de nuestra edad, acaba de tener a su bebé (fue niño), hace unos días, pero que algo se complicó y acababa de fallecer esa mañana. Toing! Inmediatamente volví a dar gracias a dios por haberme hecho salir bien de mi cirugía y no haberme dado ninguna complicación. Lo segundo que me vino a la mente es que aunque una escuche que millones de mujeres al día tienen bebés y la pasan, no es cualquier cosa. Yo no había tenido uno, pero había pasado algo igual a una cesárea y me sentí tan mal que no me imagino con un parto de verdad, donde todo se complica. Me vinieron a la mente las palabras de mi doctor cuando me dijo que en parto la matriz sólo sangra y sangra, y sigue sangrando aún después de que nace el bebé. Yo creo que ya no puedo ni escuchar la palabra " sangre " desde mi cirugía. Me decía Mar como era posible, tan joven, el bebé recién nacido, su primer bebé por cierto y ahora ya no está ella. Todo eso la dejaro muy pensativa, al grado de que después de unas horas, luego de lo que le dijo mi jefe, se soltó a llorar. Se fue él y me fui a su oficina a preguntarle que le había pasado, lo único que me dijo fue " me llegó muy profundo que mi prima ya no esté aquí con nosotros, que los que estamos sólo nos preocupamos por cosas que no son importantes y de las que si lo son ni nos importen" uff ya ni le pregunté que cosas porque me dieron ganas de llorar a mi también y como que no estaba tampoco yo para unirme al llanto porque con el sueño que había tenido capaz que me ponía mal.
Pero claro que para esas horas se estaba haciendo una maraña dentro de mi de sensaciones y reflexiones. Por un lado estaba la alegría que tuve de ir, acompañar y estar presente con super G en ese momento tan especial, estaba inspirada, por otro estaba el sabor amargo que me dejo la pesadilla aquella que mientras le escribía todo a M de recordar lo que sentí en el sueño me puse a llorar, luego estaba el regaño de mi jefe que en este caso no me lo atribuyo pero no deja de afectarme, luego la noticia de la prima de Mar y todo lo que ello trajo de reflexiones de vida.
No quería achicopalarme más en verdad. Además creo que no me haría nada bien, ya ni hablar de la herida (que consté que advertí que ella sería la protagonista de este blog por largo tiempo) sino de la cosa rara que tengo en el maxilar que hace que me duelan todos los dientes de ese lado. Sea lo que sea que tengo, achicopalarme retrasaría más mi recuperación. Por ese día la negaría. Así que a la salida del trabajo, mi amiga A vino a mi casa, pláticamos un rato, luego nos fuimos al cine, luego nos fuimos a cenar y el wiri wiri se alargo hasta altas horas de la noche, que barbaridad!
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