viernes, septiembre 02, 2011

Nunca te vayas sin decir te quiero



El lunes pasado, cuando llegué a la oficina S me contó que el hermano de V estaba muy mal en el hospital. V es la dueña de la tiendita en dónde alguna vez puse algunas de mis creaciones a  la venta, lo cual aprecio de ella, por el hecho de ser mamá creo que es muy afortunada (creo que ella todavía no lo sabe). A mi me cae bien porque simplemente su vibra así me lo transmite. Disfrutaba ir a su tiendita porque estaba llena de cosas bonitas, de todas las manualidades que hacía.
Todo empezó un día de la semana antepasada, cuando éste se machucó un dedo en una de las máquinas de su taller. Entonces lo llevaron al hospital más cercano al que tuvieran acceso, porque el hombre no tenía seguro social. Ahí le curaron el dedo, porque no fue algo muy grave, sin embargo le detectaron la presión arterial muy alta, para que se la siguiera monitoreando en su casa, algo que al parecer no hizo. Los días transcurrieron, sus hermanos lo veían con un semblante de cansancio, le preguntaban " qué tienes?" a lo que el respondía nada " cansado solamente " y ya. Hasta que el sábado, estaba desayunando él en casa de V , terminaron y cuando bajaban las escaleras, se desvaneció y perdió el conocimiento. Lo llevaron de nuevo al hospital dónde después de intentar reanimarlo y demás, ya había entrado en coma.
Para peor de males de sus hermanos, que son como cuatro, años atrás habían discutido por cuestiones de herencia y esas ondas mundanas. Nunca lo superaron, a pesar de que todos los hermanos compartían el mismo lugar de trabajo, aunque se cruzaran, no se hablaban. V gracias a que su nene no tenía cabeza para esos rollos de pleitos, quería a su tío y por eso retomaron su relación de hermanos. Los que no lo hicieron estaban arrepentidos de no haberlo echo, y dejado ganarle al orgullo. Finalmente el hermano no reaccionó y murió en estos días. 
Esa situación nuevamente me recordó que ninguna sabe cuando va a desaparecer físicamente de este mundo así que hay que hacer todo en vida, en vida. 
Me pregunto si estos fueran los últimos meses de mi vida que haría? que cambiaría? 

2 comentarios:

todavia dijo...

Tienes toda la razon, tenemos que ir dejando nuestras relaciones con otros tan bien o tan mal como queremos, porque no sabemos si un dia ya no vamos a poder ponernos al corriente.

Millenia dijo...

La razón es del tiempo y de la experiencia que nos muestran :)
Somos más libres sin rencores!

Saluditos :)