Asustadiza

Esta entrada la he pospuesto varias veces,  porque cuando sucedió, no hubiera podido escribirla sin poder dormir, de hecho esa semana cuando me lo contaron, me dormía con una lamparita encendida, así soy de asustadiza. Aquello sucedió a finales del año pasado. 

Todo fue por aquella fiesta de quince años a la que fue S un fin de semana. El lunes en la oficina, no esperaba que nos contara de esa experiencia. Todo sucedió en un jardín para eventos, un sábado por la noche,  uno de los invitados, estaba tomando fotos a cada rincón del lugar (así como yo muchas veces), dejo de hacerlo, cuando al revisar una de las fotos en la pantalla de la cámara, ahí estaba, una figura esfumoza aparentemente femenina, se alcanzaba a distinguir un vestido blanco corto, unos zapatos blancos y una cabeza con un peinado alto o un sombrero (no se distinguía bien), caminando y de perfil.

No sé como resistí a que me contara toda la historia, en el pasado, a una de mis tías le sucedió algo similar, sólo que en la foto, no fue una sino dos personas las que aparecieron, una de su difunto esposo y otra de otro hombre vestido de general que nadie reconoció. Esa foto no la vi nunca, pero la historia si me dió miedo. Así que esta vez, S tenía acceso a la foto, así que me atreví a mirarla. Tuve creo que hasta pesadillas, porque ese tipo de historias me afectan, de hecho hace mucho que no veo una película de terror, entre otras será que le tengo mucho respeto a ese tipo de sucesos que están fuera de la tecnocracia. 

Afortunadamente no he tenido alguna experiencia así, espero continué de esa manera, porque de no serlo capaz que quedaría ahí mismo.