La que es ahora mi casa aún no existía pero desde sus cimientos ya me divertía yo, pues ibamos en las tardes mis primos y yo a jugar entre la arena, la grava, los ladrillos y la tierra de las excavaciones. Tenía yo seis años cuando empezaron a contruirla. Solíamos ir ahí para jugar a la tiendita, todo estaba dispuesto para nosotras, había gran variedad de materia prima. Recuerdo que raspabamos unos ladrillos para obtener el polvo naranja de ellos, ese era un de los productos más cotizados en la tiendita. Arrancabamos unas florecitas blancas que aún crecen en la enredeadera del jardín, las llamábamos "palomitas" (porque se asemejaban a una roceta de maíz). También machacabamos algunas hojas con una piedra, para asemejar un molcajete. Armábamos una báscula con un palito de madera con una piedra en medio, como si fuera un sube y baja. Con hojas de periódico haciamos unos conos dónde pondríamos posteriormente nuestros productos recién comprados. Todos queríamos ser el marchante, pero la mayoría de las veces se hacía del personaje mi primo. Lo más divertido de todo era organizar la tiendita, juntar algunos blocks para el mostrador, poner un puñito de cada producto encima de él. Supongo que les daría ternura a los trabajadores, encontrarse al día siguiente con los vestigios de nuestra tiendita, la misma que me da ahora recordándola.
viernes, octubre 22, 2010
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2 comentarios:
El polvo de ladrillo era el mole! y a veces juntabamos pasto y lo vendiamos como alfalfa o cebollas o romeritos, dependia la temporada. Si teniamos suerte, hasta conseguiamos granitos de maiz y trigo robados de los furgones de un tren. Y si, los cucuruchos de papel eran perfectos para envolver las compras!
Que usaban de monedas? piedras? canicas? Nosotros a veces encontrabamos disquitos metalicos de una fabrica de enfrente, uy recogiamos montones y como eran de distintos tamanios eran monedas de a peso, de a diez y de a cinco =)
Que lindos recuerdos!!
Muchas gracias por compartir también tus recuerdos!!!!!, me fascina esto sabes! además me refrescan la memoria también y me alegra que seamos capaces de recordar tan gratos momentos, es como un ejercicio maravillos para el alma, creo yo.
De monedas, debieron haber sido los billeteitos de papel imitaciones de los originales, o en su ausencia, corcholatas :P era lo que solíamos usar como monedas de cambio en general para nuestras transacciones infantiles.
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