
Resulta que en el loca de comida corrida que a veces voy, los dueños son de oaxaca, el punto es que hablan mixteco. Son unas personas muy agradables, de esas que te da gusto conocer, me hacen compañía durante la comida, me consiente, confirmo de las buenas intenciones y bondad del mismo ser humano. Cuando me lo dijeron me vino a la mente una idea que aunque a estas alturas pude ya no ser tan buena, porque la idea original era relacionada a ya-saben-quien, de todas maneras les dije que si me podían traducir unas cosas a su lengua y me dijero que claro que sí. Busqué algunas líneas que me han llegado a gustar, de la poesía que leo ultimamente, no tenía todo lo que habría querido, pero sé que en mi libretita tenía unas . Les llevé el mini pensamiento y cuando volviera me lo darían. Yo estaba encantada con mis renglones de mixteco, porque todo eso de los lenguages me causa admiración.
Ahora que si sucede un milagro, intervenión universal, moviento de los hilos del destino, lo estaré ocupando para entoces, hasta lo publicaré.
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