
El viernes le dí un aventón al maistro. Es agradable venir conversando con él porque tenemos muchos temas de conversación. La vez anterior me contó sobre las deciones de la vida, cuando su dilema fue entre ser maestro o"maistro", que tiene que ver sobre las oportunidades que la vida te da. El tema de ahora apenas subimos al auto fue " usted se ha ganado alguna vez la lotería" y de ahí siguieron sin fin de temas, sueños y anécdotas. El camino me pareció tan corto, de que veníamos intercambiando opiniones. También volví a comprobar que el maistro, es una persona de buenos sentimientos, cuando me contó que había invertido en una tiendita de abarrotes, la cual tuvo que cerrar ya que a todo el mundo le fiaba, lo cual lo llevó a desvalancearse económicamente. Entiendo sobre su empatía y solidaridad hacia los demás. Sin embargo no pudo durar mucho la tiendita así.
En la plática surgió el tema de las cosechas, el y su familia saben sembrar, que la cosecha del maíz empieza en marzo y antes de que me dijera cuando la recogen le dije " en ocubre verdad" me dijo sí a finales. Tuvimos que cortar la plática, porque llegamos a dónde el se tenía que bajar.
Sinceramente los admiro a él y a sus hermanos, porque son unas personas muy trabajadoras, la diferencia se puede ver a leguas, por ejemplo con la otra persona que ellos van, de todo lo que se le pide resonga, lo hace sin ganas, sin emoción, en cambio cuando uno de los hermanos del maistro preparan la mezcla, notó las ganas que le pone, me habría gustado que la fotografía que le tomé pudiera transmitir de eso que hablo, pero creo que no.
La vez que teníamos el encuentro con la dueña y mi jefe, que paso lo de la marcha y que nadie habría la puerta, hizo que se me metiera el chucky, no sé bien que cara tendría yo en esos momentos cuando ellos llegaron, que por lo mimso llegaron también tarde después que yo, sin embargo, después cuando ya todo había pasado, se acercó a mi como para disculparse de llegar tan tarde, obviamente le dije entendía perfecto, porque ellos vienen de un pueblito fuera de la ciudad, se levantan y toman el camión a las 5 am y de puro trayecto van llegando 9.30 am si bien les va. Por las tardes es algo similar, así que van llegando a sus casas a las 10 de la noche. Una vez le dije porque no se vienen a vivir a la ciudad y dijo que y luego que hacía cuando se acabara el trabajo acá, que puede llegar a pasar temporalmente claro, en cambio allá tienen sus animales y tus sembradíos que cuidar si el trabajo de la construcción se para en la ciudad.
Aunque en distancias varian, no creo que sea tampoco una idea extraña ir y venir todos los días de la ciudad, mi primo A lo hacía todos los días de Metepec a Santa Fé en la cuidad por su trabajo, mi primito F lo hace desde Texcoco a Valle dorado por la escuela, los jefes de mi prima L lo hacen desde Cuernavaca hasta El estadio Azteca también. Aunque para mí si es simplemente algo que no me gustaría hacer, algo como un vía crusis de todos los días. Claro todos esos en sus autos y el maistro y sus hermanos lo hacen en transporte público lo que lo hace menos sobrellevadero.
3 comentarios:
Hola:
Las grandes distancias que se recorren en la Cd. de México hacen que mucha de nuestra vida se quede en el camino.
Llegar a casa tan solo para dormir y al otro día levantarse muy temprano e iniciar de nuevo el recorrido. Eso puede ser mucho mejor a quedarse en casa esperando que llegue el dinero de alguna parte o que la cosecha no se de.
Saludos.
Eso de andar recorriendo la cuidad entera y hasta mas solo para trabajar es la muerte. Yo solo uan vez tuve que hacerlo, durante 4 meses y me hartó. Despues de eso nunca trabaje a mas de 10 kilometros de casa. Pero las distancias pueden distiguir a veces a un buen trabajador de uno que no: los que no no estan dispuestos a eso ni siquiera porque de su trabajo comen.
Malquerida:
Algunas son largas distancias, otras realmente no lo son pero se hacen extienden en tiempo por el tránsito. Creo que es mejor con compañía entonces.
No lo había pensado así, pero es verdad, no quedarse en casa esperando a que llegue el dinero, ciertamente.
Todavía: afortunadamente siempre he trabajado dentro de un radio razonablemente sano de mi casa al trabajo, al principio porque asi se dió (o inconsicientemente lo busqué así) ahora porque así es como lo quiero y no me gustaría dejar tantas horas de mi vida en el trayecto.
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