Un miércoles

Mi compañera lagartija de este día

Hace ratito que no escribo detalladamente, pero creo que hoy es el día indicado para hacerlo. Estamos a mitad de semana y en lo que respecta a mi se me ha hecho bastante larga, sobretodo por aquellos silencios excusados por estudios, la vida sigue. Ayer no vine a la obra pero no me salvé este día.

Para nuestra fortuna los niños de esta ciudad han salido de vacaciones, lo cual aminora considerablemente el tráfico por doquier, es por eso que mi vecino, aquél de la casa que parece iglesia porque ya le pone, ya le quita, ya le compra que bueno sería una versión moderna del rococó, la última era su estatua de madera del quijote, cuando pasaba caminando por ahí, podía verla y a cualquier despistado le podría haber dado un susto, el caso es que este vecino esta casado y tiene dos hijos, niña y niño, supongo que la niña es más apegada a la madre así que no se le ve tanto como al niño con el padre, o sea mi vecino, y cada vez que los veo jugando contentos en el parque, esperan el autobus de la escuela del hijo frente a mi casa, o juegan batmidton enfrente me causa mucha ternura verlos, al menos de afuera parecen tener una relación bonita, algo que si algún día tengo un hijo con un padre, sea algo parecido. Como decía, no hay escuela por las próximas tres semanas, una mañana temprano cuando me arreglaba para ir al trabajo escuchaba unas voces en la calle, era mi vecino y su hijo que jugaban batmidton, como les gusta, a mi también me gustaba ese juego cuando era pequeña.

Con todas la veces que me toca venir hacia esta dirección, he estado probando carriles, comprobando mis teorías sobre cual avanza más rápido, pero ya vi que tengo que hacer modificaciones porque solo en determinados tramos es que avanzan, luego tengo que volver a cambiar de lado, esta es mi diversión cuando estoy en la jungla de asfalto del periférico rodeada de fieras al volante.

Cuando llegue a la obra, por primera vez de todas las veces que he venido, encontré estacionamiento justo enfrente, espero que cuando salga no este el "viene viene" porque me choca que se crean dueños de la calle que es libre!. Entre a mi cubículo temporal, me hice de él ya que es el único espacio con aún alfombra para poder acampar plácidamente ahí, ya que el edificio esta en remodelación, no existe mobiliario, creo que el invento de la silla y la mesa son ralmente grandiosos, porque estar en esta posición no es lo más cómodo posible y me da dolor de espalda. Esta vez no estaría del todo sola, claro aparte de los trabajadores y del inge, pero tuve una visita en mi cubículo, una lagartija que logro colarse de algún lado, como las ventanas de aquí están a michas, no sería difícil, mi largartija ni se inmuto de mi presencia, siguió descansando, menudo trabajo le ha de haber costado llegar hasta aquí, la toque, para que me diera señales de vida y nada, tal vez pensó que seguía entre las ramas de la enredadera y que sería invisible para mi, eso! las ramas, seguramente venía entre ellas, las acaban de quitar para pintar como se debe, la pared del vecino. Por cierto que cuando fui a ver como andaba eso de las ramas, en la entrada de esa habitación ví unas manchas en el piso, que indicaban la visita de un plumifero, dije como es posible que hasta acá puedan entrar, verfique con el maistro y me confirmo que no existía tal, que podía estar tranquila, me la paso preguntándoles si no los han atacado las palomas, que varias rondan por los techos de esta zona, he encontrado la raíz de una fuente de su abundancia, alguién de los locales del enfrente, les da de comer, mi sospecha es la señora de edad avanzada que vende toritllas y no sé que más en un puesto improvisado, todo mundo la saluda seguro ya tiene años en eso, por lo mismo de la edad es que todo apunta a que es ella, que de alguna manera se sentirá feliz de alimentar a semejantes pajarracos. Ni por mucha mansión que hay por aquí se salvan, de que exista una señora así, que les atraiga a estos no tan convenientes animalitos, así igualito que mi vecina.

Llego la hora del lunch, pero creo que me quedaré un rato más para ver el avance, el viernes debe estar terminado todo, no por mi, sino porque mi jefe pronto se irá y quiere dejar todo listo, decidí salir a caminar para estirar las piernas, desentumirme de mi posición de loto, buscar alguna botana y sobretodo lo mejor: irme a dar un taco de ojo, deleitarme la pupila, que se me callera la baba, con todas las mansiones que hay por aquí. Como no se me había ocurrido antes! esto es una de esas cosas que no pasan seguido y son bastante placenteras, al menos para mi, ver casas. Sé que no me las puedo aprender de memoria pero algo se me quedara grabado en el incociente y espero que me fluya a la conciencia cuando lo necesite.

Ya antes había dicho que hay una mini zona comercial, con lo básico, farmacia, zapatería, tlapalería, un mini mercado popular que es más de flores que nada pero bueno, uno de artículos de oficina, y varias changarrillos de lujo seguramente de algúna vecina, se nota, es obvio, como el local de la miscelanea, así le digo porque no se sabe bien el giro que tiene pero esta decorado con muy buen gusto, parece por dentro y por fuera como uno de esos locales hermosos que hay por las calles de holanda, con una mesita afuera muy linda, que no es para tomar café ni nada, sino para adornar la calle, o en su defecto que alguna clienta se siente a ver el muestrario de litografías para invitaciones de fiesta que también se dedican a hacer, pero igual tienen pasteles, ropa de bebé, accesrios para dama, por eso digo que el giro es desconocido, pero de que lo tiene bien decorado no lo niego, que si la señora que lo posee le sigue agregando más , va a sobrecargarlo y dejará de ser agradable (está a una rayita). Otro local es el de la carnicería de lujo, no he entrado ni quiero porque la carne cruda no es algo que me guste ir a mirar, pero supongo que los precios son elevados de todas formas, he viesto de pasada por el cristal, pero cuando digo de lujo, me refiero a que todo esta pulcro, sin una gota de sangre en el piso, ni acerrín, y todo esta empaquetado, el que atiende no tiene el mandil ensangrentado, digamos que se parece a esas carnicerías que vi en un mercado de suecia. De todas maneras con todo y sus mansiones los que las habitan necesitan de estos locales para proveerse de lo necesario y hasta para salir a airarse un poco. Pase al super compre un peperami para que no me de hambre, creo que es mejor a un panecillo.

Bueno ya pase la zona está y pense en seguir caminando a ver con que me encontraba, tenía para escoger puntos hacia donde mirar porque por todos lados se levantan grandes mansiones, que pocoas veces tengo oportunidad de ver tan cerca, con cuidado de no ser arrollada por un auto de guaruras esos sí. Pasó algo muy curiso, en mi camino me encontré con un hombre de edad muy avanzada, algo asi como 80 o 90 años, super arregladito, de traje, bañadito y todo lindo, acompañado de su enferemero, que por cierto se me parecio a un antiguo compañero de trabajo al que nada le parecia, pensé "se habrá hartado de la arquitectura y se volvería enfermero como su mamá?" obviamente mientras iba camiando me acerque más a ellos y no era (pero sí se parecía mucho, su hermano tal vez?), pero entonces el hombre levanto su mano y la ondeo como saludando a alguien, yo estaba en su campo de visión pero no creí que era a mi, así que volteé a mi alrededor para ver si había alguién más en la calle además de nosotros tres, pero nadie, entonces, como no hice caso, el hombre volvió a levantar su brazo para ondearlo saludando y está vez tomo aire y en voz alta dijo " adiós bonita" entendí que era para mí y me hizo reír el abuelito, además no le iba a decir no a su cumplido, le respondí " adiós señor" y seguí mi camino, ellos iban caminando al paso del señor que era bastante lento, así que sólo nos cruzamos en un punto y los deje atrás. Con esta escena me acordé de Anna Nicole Smith (q.e.p.d). Me imagino como habrá sido este abuelito de joven, todo un casanova tal vez.

Me habría encantado tomar fotos, pero me parece que no podré, por aca todo es demasiado alzado, hay policías, guaruras y choferes en cada esquina, que para como está la situación uno ya se imagina lo peor hasta de la mosca que vuela. Soy pésima para poder hacer una descripción de la hermosuras de casas que he visto por acá, aunque debería lo sé, ay por eso cuando tengo que hacer una memoria descriptiva es como una tortura, e invoco a mi profe el doc. resendiz (q.e.p.d.) para que me traiga inspiración, pero puedo decir de lo que las bardas me permiten ver, que tienen ventanas muy grandes, muchas plantas, todo se mira impecable, los estilos son de todos los que uno se imagine, menos los alocados como me gustan, son diseños más bien conservadores, ya que es una colinia creada hace décadas, los colores claros en su mayoría, alguna que otra en ese naranja que a mi no me gusta nada, pero bueno el cliente es el cliente, no es algo que me cause conflicto existencial tampoco, como amiga artista que de plano dijo que no podría crear algo para otro, claudico del diseño gráfico y se volvió artista, ahora está de momento con los vecinos canadienses que le pagaron por irles a hacer una de sus obras de arte, que historias.

No sé si venga mañana, pero ya se que hare en mi tiempo de descanso. A mi regreso ya no estaba mi lagartija, se fue, hasta el inge la agarro de la cola para irla a poner al sol pero no se solto de la alfombra, le extraño que anduviera preocupada por los nidos de pluíiferos que pudieran venir en la enredadera y no dijera nada sobre mi reptil, peor que estuviera sentada a lado de el. Ah el inge es tan finísima y educada persona, que da gusto trabajar con alguien así también. Mi día marcha bien, ya se nublo el cielo pero pronto me voy a casa y comere rico rico.