
El viernes acompañé a S al centro comercial para comprar el regalo del día del padre de su papá. Saliendo de ahí yo me fui a ver a una de mis tías que vive muy cerca de mi casa, encontré la novedad de que su nueva adquisición, una perra gran danés de color gris con pintas negras estaba de visita, la perra es aun casi una bebé porque tiene 6 meses pero estaba suficientemente grande ya para poder producirme no querer que se me acerque. La susodicha se encontraba en el patio y yo a cada rato le decía a mi tía " no se vaya a meter y me muero" y ella " que no se mete". Así paso largo tiempo mientras platicaba en el comedor hasta que llegó mi prima y entonces se quedó la puerta abierta, momento en el cual aprovechó la convaleciente perra (porque hacía días la habían operado y por eso la tenían ahí guardando reposo) para entrar hasta el comedor y no tengo que decir que se vino directamente hacia mí, mi único recurso fue casi casi jugar el juego de las sillas con la perra porque ella venía de un lado y yo me recorría hacia el otro de las sillas del comedor y viceversa, mientras yo le gritaba a mi prima " llámala para que se salgaaaaaaaaaaa". A mi tía le encantan estos perros tamaño gigante, en otra ocasión ya había tenido otra igual (grand danés) pero hace años que se murió, de ahí le siguieron sus coli, el bull dog, el boxwer, el rottwiler y el labrador dorado, los dos últimos aún viven. dice que le gustan porque pareciera como si fueran caballitos, le digo"tía mejor comprate un pony porque esos sí me gustan jajaja". Que susto pasé aunque después no me dejaba de reír de mi misma.
1 comentarios:
lol!
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