El fin de semana estuve en Veracruz, tuve una boda de uno de mis primos más queridos y cercanos. Uff hacía mucho que no iba a una boda! es la primera desde hace años! Siempre he admirado a su familia, como ejemplo también de lo que es una linda familia y que en algún momento quisiera poder formar. Ellos escogieron a un matrimonio similar para que fueran sus padrinos. Tal vez en el momento si algúna vez llega, yo escogeré a mis tíos como padrinos también de matrimonio.
Hacía más de una década que yo no iba por esos lares. Ahora el trayecto lo sentí pesadísimo, con demasiadas curvas que opte por dormitar para marearme lo menos. El camino sin embargo con todo y todo estuvo bien, muchas partes tenían un paisaje digno de admirar. Yo la que vive entre piso de asfalto y edificios, cuando miro cielo abierto, todo verde, jungla, montañas, pastizales, me pongo muy contenta tener la fortuna de poderlo hacer.
La boda fue casi como la de mis sueños, en un lugar muy privado, bonito, con la gente necesaria, o sea poca, la comida rica, sin ninguna fanfarria. Duro hasta la media noche, fue más que nada una cena, aunque había música para bailar en algún momento, contados lo hicieron, que generaciones estas, yo no sé bailar y no llevaba pareja por eso ni lo intenté, pero en los invitados había varios que sé que si sabían y no se levantaron nunca. Al igula que muchos con pareja que tampoco lo hicieron buuuuu. Además nadie saca a bailar, que hombres tan aburridos y gallinas.
Bueno al día siguiente de la boda, fuimos a casa de mi tía a desayunar, luego nos la pasamos contando anécdotas, para no variar, de mi honorable y renombrada abuela, cada vez que escucho hablar de ella así, me da gusto, como la gente la recuerda de esa manera. Bueno hasta hubo pastel para celebrar el cumple de otra de mis tías que sería hasta el día siguiente pero de una vez. Mi otro primo entregó las invitaciones de su boda, si mi primo consentido, querido y adorado se casa también, lástima que no podré asistir, porque si bien me lo dijo con mucha anticipación, es una fortuna el boleto para ir al lugar del acontecimiento, demasiado para mí y mi situación actual con todo lo que se me viene a mí misma. Ni modoS ya los felicité por adelantado.
Llegamos sanos y salvos, pesé a la hora de atraso por reparaciones en un tramo de carretera que no le veía el fin a tanto tráfico, pero lo importante es haber llegado con bien, acompañado a mi primito en su bodorrio, convivir con ese lado de la familia a quién tanto admiro y pasarla de maravilla.
Contaré más conforme pase la semana pero ahora quería poner esto antes de pasará más tiempo y se me fuera juntando más de lo que ya se me junto.
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