lunes, noviembre 15, 2010

He llegado


Mi hotel esta vez, Gran Oasis Cancún (Be live ahora)

Los días que no he andado por aquí, son porque andaba a la orilla del mar de Cancún, uno de mis lugares predilectos, para mi es como un paraíso, el color azul del mar es indescriptiblemente bello. Me di unas mercidas vacaciones, se me hicieron cortas pero disfrute cada segundo.
Estaba ansiosa de estar ahí para alejarme de todo lo habido y por haber, de que los rayos del sol me reanimaran, dicen que son excelentes para ese fin, así como del color inigualable del mar, de cantar de las olas, de las cosquillas de la arena y de todo lo diferente que haría estando alla. Dejamos a  un lado los días fríos que hacían ultimante, para encontrarnos con un clima templado, ideal para mi.
El hotel de esta vez, como todas las demas, estuvo muy bonito, tenía forma de pirámide, se parecía a otro que también nos encanta, que era nuestro vecino ahora.  eLo conforman 4 edificios a los lados de la gran piramide, era enorme, creo que nunca me había quedado en un hotel tan grande, las albercas también lo eran. Nuestra habitación era parte de la gran piramide, eran seis niveles con un sotano, en la parte central existe un jardín interior, de hecho la cubierta de la priámide esta descubierta en la parte que da a él. Todas las puertas de las habitaciones dan al interior de la gran piramide, los pasillos tienen jardineras de las que cuelgan unas hermosas buganbilias en tonos rosa y lila pastel, así que apenas abrías la puerta, escuchabas el caer del agua de la fuente del centro del jardín interior en el nivel del lobby.
La comida deliciosa, no me cansé de comer lo que más me gusta en esta vida: pescado, camarones, pasta y un sueño hecho realidad:  pizza. En uno de los restaurantes del hotel, en el menú había una pizza de camarones excelente, nada más de pensar en ella se me hace agua la boca, la masa era super delgadita, crujiente, la salsa de tomate, el queso, hacía mucoh que no probaba una pizza de ensueño como esta. Si que me compalcí. Un día estaba comiendo en uno de los restaruantes, se me antojo de postre un helado pero ahí no lo servían, pero que en el restaurante vecino sí, me salí entonces y me fui a aquel, me senté, pedí un helado de frambuesa y lo deguste contenta.
Mis días eran algo así, me levantaba,  me cambiaba y bajaba a desayunar, para formarme en la fila de los omelets, a lado me servía dos hot cakes mini, con unas rebanadas de jamón y les rociaba tantia miel de maple. Terminaba, subía a ponorme el traje de baño, buscaba una palapa con camastro, una parte del día en la alberca y el resto del tiempo en el mar, me podía quedar horas, sí horas admirandolo, sientiendo la brisa sobre la piel y lo salado de ella en los labios. Una de tantas mañanas logré levantarme mega temprano para irme a caminar por la arena, había casi nadie de gente, pero sólo así pude también apartar mi palapa en el mar desde temprano. Nos perdimos en el tiempo, nadie usa reloj en esta familia, nos guiamos más por los celulares, a veces me lo bajaba para mandar twitters e informar a super G de todo lo acontecido, entonces me daba cuenta de la hora. En algún momento teníamos que preguntarla porque los restaurantes tienen sus horarios de cierre, como a medio iba a la barra de botanas por unas papas a la francesa, alargaba nuestra hora de comida, que hacía llegar derrapando a comer al restaurante.
Tengo que decir que había pavos reales por los jardines, al principio pense "oh my god" pero como ni caso le hacía a la gente, pasaron a ser simple esenografía sin peligro alguno para mí, lo mismo que las gaviotas en la playa en busca de que alguién les arroje una papita o los pajarracos negros que a pesar de las medidasd anti aves del resturante, se las ingeniaban para entrar a las palapas grandes que albergan los santuarios de la comida.
Permanecía en la playa casi hasta que el sol se guardaba, pero estar en tal contacato con la naturaleza lo encuentro fascinantemente maravilloso y contadas veces tengo esa oportunidad, es verdad aproveche cada momento. Después me subía a bañar a nuestra habitación, que tuvimos el privilegio de tenerla con vista al mar, mejor, imposible. Luego nos ibamos a caminar a las placitas, especialmente a una que se llama la isla, es mi favorita, me encanta, me gustan los colores, el concepto, andar camianndo por ahí, viendo las tiendas, tratando de memorizar la resolución de los detalles arquitectonicos, la mezcla de formas y colores.
Por la noche regresabamos a cenar, más relajado, porque lo último que quería era tener pesadillas. Me dí vuelo pero la comida ahí servida es algo que pocas veces llego a comer en mi estado natural, como la lasagna y los postres.  Saliendo de ahí, había un bar en el lobby del hotel, de estilo minimalista, al que me gustaba meterme sólo para sentir la atmofera del concepto, el poquito rato que los ojos me permanecieran abiertos, lo cual no era mucho.
Casi que viviamos entonces sin tiempo, algunas veces haciamos varias cosas, cuando nos dábamos cuenta no había pasado ni una hora completa, esa sensación hacía rato que no la tenía, de alguna manera me gustaba porque no era ese tiempo aburrido que quieres que se termine, no, este era ese tiempo que esta pasando lento pero que te siente tan bien que quisiears que así fuera siempre o se detuviera en ese instante.
Descubrí que había una disco en el hotel, que tenía fiesta de espuma, algo con lo que yo sueño desde hace mucho pero todavía no llegaba mi hermana, alguna vez me ido totalmente sola, pero no sería ésta, ni modos.  Será para alguna próxima vez. No sé de dódne me venía tanto sueño, dormía mis horas y sin embargo a veces me quedaba dormida un ratito arrullada por las olas del mar.
Los rayos del sol, la naturaleza, el mar, la bonita arquitectura, el diseño, la traquiladad, creo que me dieron tiempo de vida en el futuro.
Existen varias activades que hacer en Cancún, excursiones, paseos, y demás pero a nosotras nos gusta ir literalmente a descansar, hemos ido varias veces que ya conocemos muchas (no todas) de las atracciones que existen como los parques, islas y zonas arquelogicas, así que solo nos dedicamos a disfrutar unicamente: los jardines, el sol, la playa, la comida, la aberca, el sueño y la brisa, del hotel elegido.  Así como la fecha, dónde el clima es sólo perfecto, aprovechando el festejo del cumple de mi mamá. Pero que contenta y feliz estuve ahi.

2 comentarios:

todavia dijo...

Que bueno que te la pasaste bien, yo ya me andaba preocupando de ver que no habia posts nuevos. No hay nada mejor que las vacaciones bien disfrutadas y nada peor que se te pasen sin poderlas aprovechar para descansar.

felicidades a tu mami!

Millenia dijo...

Todavía:
Quería poner un letrero de aviso de vacaciones, pero ni tiempo me doy. Por fortuna solo fueron vacaciones, ya ando de regreso :)
Gracias!