Avances

Ha pasado pero tanto en tan poco tiempo que mirando hacia atrás pareciera que ya pasaron años desde el día D en el que todo se me desmoronó, pero en realidad siempre en el fondo supe que era todo era una crónica de una muerte anunciada, porque en el fondo sabía que no era honesto, que mentía, que no era bueno, que me lastimaría pero era como un vicio para mi, del que tenía que salir con una sangoloteada tremenda para despertar. Ayer que estaba haciendo cuentas han pasado sólo tres meses! tres! y yo ya sentía que habían sido años, con todos los viajes, cambios, ilusiones, decepciones, trabajos y demás que están sucediendo ahora mismo en mi vida, con mi consentimiento claro, porque si estoy aquí es porque así quise, porque estaba aburrida ya de mi vida en mi ranchou, no porque ya no me gustara del todo, sólo aburrida de la misma rutina que había tenido por siete años, siete! 

Generalmente me entra lo filosofal por las tardes cuando vengo manejando por el express de regreso a casa, después de haber estado trabajando con el arquitecto, esta vez me decía a mi misma que esta bien no sentirse bien aún, no es que me sienta mal todo el tiempo, pero tampoco es sentirme bien todo el tiempo, va a ser así hasta que me recupere al cien por ciento y pues depende de mi cuanto me tome. Mentiría si dijera que no he pensado nunca en el innombrable, lo peor es que creo que no he dejado de pensarlo ni un solo día, pero no con ojos de amor claro, sino cada día más segura de que fue lo mejor, que al fin me agarré de valor para no dar un paso atrás, de lo segura que estoy de que es una persona tóxica para mi, de lo segura que estoy de que por dentro está lleno de maldad para haberme hecho algo así, que no estamos en el mismo nivel, y no es que yo esté en el nirvana ni sea una santa pero si estoy en otra vibración mucha más alta en la que no podría lastimar a alguien así, y soy capaz de sentir empatía por alguien no como él. Me acuerdo de todo lo malo que me hizo y de todos sus defectos. Eso creo que ya es un gran avance. 

Avances de que ya no sienta ni pizca de nada, sino unas ganas inmensas de correr lejos de él y segura de solo querer eso, alejarme y no volver a estar junto a el nunca. Pensé que este día no llegaría pero llegó. Una de las lecciones que puedo sacar de esta experiencia es poder identificar a las personas como él, deseo que no se crucen más por mi camino, pero de serlo así saber reconocerlas y no permitirles entrada a mi vida, porque son tan tóxicas que sólo contaminarían la paz y armonía que tanto trabajo me a costado alcanzar después de tantas batallas.