martes, mayo 21, 2013

Visita sorpresa




Como siempre, muchas cosas que escribir!
La semana pasada, un día que regresé de la obra a la oficina, me encontré con la sorpresa de que estaba el arqui ahí, hablando con el jefe, quién no le hizo mucho caso porque pues ya sabemos que mi jefe es un exasperado y el arqui es lo opuesto completamente, ambos llevados al extremo total jajaja. 
Todo porque pues el arqui había estado llamando para ver si había algo en lo que pudiera participar, de momento no lo había pero llegó el proyecto de unas oficinas y pues mi jefe no dudo en llamarlo para ver si le gustaría colaborar. Y es que el arqui tiene unas buenísimas ideas, sólo que hay que ayudarle a concretarlas en la realidad. Siempre he dicho que un día que vaya a construir mi propia casa, le hablaré para que nuestra imaginación vuele, y hagamos un casa de esas de revista. Como la que el tenía que de haber contado con el suficiente dinero para terminarla, habría sido una de las casas más cotizadas de la zona. 
Total que yo tenía ganas de saludarlo como se debe, pero mi jefe lo despachó muy rápido y me abordó a mi sin apenas tiempo para respirar y despedirme ondeando la mano. 
Como es muy educado, había ido a avisarle al jefe, que finalmente - o sea justo cuando agarró fuerzas para levantarse y salir de su casa, que llega un nuevo proyecto y le llama - le han dado fecha para su cirugía y le cierren ya la tripa. Esto por un lado es bueno porque eso a él lo ha limitado mucho, imagino que no es muy agradable andar con una bolsa colgando con todo de fuera, claro no es visible pero igual, sin mencionar los gastos médicos que eso implica y que el arqui no está con la afluencia necesaria. 
Supuestamente la cirugía si los estudios salían bien, sería en estos días. Yo creo que no se le han hecho porque su hijo no nos ha llamado para nada. El otro día intente llamarle pero estaba ocupado y ocupado su celular porque sé que sus llamadas son largas, no me extraño. 
Ya conté que el el día del cumple de mi jefe, a la salida le llevé un pedacito de pastel y el me estaba esperando en su casa con un bonche de libros sobre viajes, había seleccionado sus favoritos -unos de Rusia- y otros de Estados Unidos que sabe me gusta tanto. De fondo algo de música clásica, me la estaba pasando de maravilla pero mi madre también me esperaba para que pasara por ella a casa de una tía. Me tuve que despedir pero anoté los nombres de las dos que más me gustaron. 



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