martes, diciembre 20, 2011

Sobreviví




Yo nunca había sido hospitalizada ni había tenido ninguna cirugía, mucho menos de tipo mayor. Lo más cañon que me había pasado habría sido mi cortada de la barba en la que me tuvieron que dar un par de puntadas, en un consultorio de doctor; o las cuatro muelas que me tuvieronq ue sacar por falta de espacio en mi microboca, más la del juicio una (ya hasta se me había olvidado). Que sí claro había estado en hospitales antes, cuando lo de mi papá, nos la pasábamos ahí, entrando y saliendo a cada rato pero es muy diferente cuando una es la paciente, obviamente.
Me desperté tranquila el día D, o sea el sábado, ya tenía la resignación dentro de mi desde hace meses. 
Que casualidades tiene la vida, mientras ibamos camino al hospital, en la radio, uno de mis locutores favoritos, empezó a citar un texto extraído de un hospital en Zurich, Suiza (eso dijo) en el que le dan consejos a uno para no enfermar y nunca más regrese a ese hospital. Bueno los consejos están de fábula, como siempre lo hacen a uno reflexionar demasiado. 
Llegué al hospital y el miedo me entro cuando me estaban preparando para la cirugía, que incluía colocarme el catéter del suero en el dorso de la mano izquierda, es decir, pincharme con una aguja, y eso , eso si que no lo puedo soportar, mi fobia a las agujas es tal que comencé a temblar. Fue más mi tango que lo que me dolió, es más, me han dolido más cosas, tan sólo un tirón de cera cuando me he ido a depilar duele más que ese piquete, pero así son las fobias de ilógicas e irracionales, el temor es simplemente del objeto puntiagudo perforandome la piel y lo que le quede paso lo que me pone mal. Ni modo que no me lo pusieran, no podía atrasar nada, si ya de por sí con el sube y baja, el registro y demás estábamos ya retrasados. Respiré hondo, y lo que me vino a la mente para tener fuerzas fue que hace días, ví el programa de unos niños, si niños de la mitad de mi tamaño que están enfermos y que constantemente tienen que estar hospitalizados, o sea, como eran ellos más valientes que yo, eso fue, se me vinieron a la mente ellos y me dije " tengo que resistir". Me lo colocaron. 
Claro que no deje de temblar porque sabía que todavía faltaba uno peor, que no sería un pinchazo en la vena, sino en un nervio de la espalda para ponerme el bloqueo, pero ese me lo pondrían arriba , en el quirófano por lo que entendí. De los nervios me dieron ganas de ir al baño, de los pocos tragos de agua que tome en la mañana antes de salir, porque estaba en ayuno desde el día anterior, no podía ingerir más. Cuando ya estaba en la camilla, el camillero noto que mi cabello estaba sujetado con una liga muy mi (rosa mexicano con puntitos blancos, que era casi nueva) me la llevé para que no se me enredara mi larga cabellera pero no sirvió de nada porque el anestecista me la quitó en su drama (porque ya era tarde) y la dejo aventada por ahí.
Mientras íbamos por el pasillo yo pensaba en como me habría de ir, en que faltaba el piquete de la espalda, antes de entrar al quirófano pasé por dónde estaban mi hermana, amiga y mamá, me holearon con la mano, yo sonreí. Que curiosa es la vida, justo en el quirófano de a lado, estaban naciendo un bebé, lo escuché llorar cuando iba pasando por ahí yo en mi camilla. 
Llegamos al quirófano, el anestecista puso algo en mi suero, mientras me preparaba para el gran piquete, el de la espalda,  me acosté de lado y el me pasaba algodones llenos de algo por toda la espalda, estaba yo entonces en el dilema " me dolerá, no me dolerá " en ese momento me quede dormida, ni siquiera recuerdo lo que soñé, en ese entonces, según yo me iba a concentrar en un tema en específico, pero me puse muy intensa en el dilema y no lo hice. Que bueno que no me dí cuenta porque por lo que imagino, habría sido bastante incómodo al menos sentir ese tubo clavarse dentro de mi espina dorsal, sin mencionar el dolor?
Abrí los ojos como 10 minutos antes de que terminara la cirugía, que duró poco más de una hora,  efectivamente no sentía nada, de dolor, si sentía mínimamente como movientos que me hacían en la parte a tratar, yo no veía nada más que el techo del quirófano, ni alcanzaba a ver el lienzo de tela que le ponen a uno en el frente como cortina para impedir la visibilidad. Empecé a temblar otra vez del miedo, escuchaba lo que platicaban, de mi propio caso, lo que esetaban hacinedo y viendo, escuché que alguien afuera preguntaba que pasaba y el dr respondió " ya estamos termianando, estoy cerrando ", también escuche otra cosa que no me gusto tanto pero entonces cuando ví pasar al anesteciologo a un lado mió,  le pregunte como iba todo, me dijo que bien, luego la pregunta del millón de dolares " voy a poder tener hijo?" , me respondió mi doctor entonces " si hasta tres " eso dijo entonces respiré tranquila. Dijo el dr "terminamos ya estás". Me sacaron y llevaron a la sala de recuperación.
Cuando me despedí el viernes de mi jefe, que bueno que mencionó que la anestecia da naúseas, porque cuando estaba ahi en la recuperación, me dieron unas terribles, que intenté contener todo el tiempo pero no pude más. Recién salida del quirófano, anesteciada completamente desde no sé, la cintura? porque ni cuenta me dí cuando me vendaron, entonces cuando me vienieron los reflejos de las naúseas, no sentí dolor alguno, a pesar de que están involucrados todos los músculos que se me habián cortado minutos antes, me habría muerto de dolor seguramente; si algo no me gusta en esta vida es " vomitar", creo que tengo contadas las veces con la mano , las que lo he hecho, desde que tengo consciencia claro. Una enfermera estuvo conmigo todo el tiempo, checando todos mis signos. Aprovechee también para preguntarle de que tamaño quedó mi herida, ella para relajarme me preguntaba cosas de como te llamas, cuantos años tienes, en que trabajas. Me dijo lo afortundad que había sido, porque justo la semana pasada, ella había estado en una cirugía igual a la mía, con una de mi misma edad pero que era abogada, que no tuvo la misma suerte, le habían tenido que quitar la matriz. Sentí una pena terrible por aquella mujer entonces.
Cuando ya vieron que estaba reaccionando bien, me llevaron para mi habitación, al salir de los quirófanos, mientras me iban jalando en la camilla, escuchaba a alguien hablar en inglés, era un señor de edad mediana, tal vez podría ser como mi papá, era negrito y cuando pasé a su lado, me vió con una ternura increíble, se sonrió conmigo, alegrándose porque salí con vida al menos de ese lugar, entendí la importancia, entonces, estraba viva, porque seguramente muchos no salen vivos de ahí y eso ya era una ganancia, me encantó su bienvenida entonces. No sé quien era pero pues que amable señor. No era doctor tampoco, seguramente era alguién que estaba esperando también ansioso la salida de un familiar o amigo con bien del quirófano.
Me llevaraon a mi habitación, dónde ya me estaban esperando mi mamá, mi hermana y super G que vino desde su ranch para acompañarme en éstos momentos. Me acomodaron en la cama, me sentía muy bien para haberme partido el alma casi, obvio que tenía aún la anestecia. Después de unas horas se me paso, se supone me habían dejado el catéter de la espalda, conectado a una bomba que me suministraría anestecia cada determinado tiempo, pero yo casi aseguraba que no pasaba nada, porque tuve que pedir más medicamente para el dolor, cuando ya había pasado el efecto de la anesetecia, o sea cuando ya pude mover las piernas al fin. Me dolía todo.
Sentía como un cólico muy fuerte, la espalda, también, no me podía mover. Benditas camas de hospital porque gracias a ellas podía medio cambiar de posición, de no ser así no habria otra manera.
Causalment el amigo médico de mi papá, estaba de guardia ese día ahí, me subió a ver, a mi me dio mucho gusto, también con su fuerza pudo acomodarme en la cama nuevamente. Todos me decían que me tenía que empezar a mover, sentar levantar, pero yo sin poder moverme, del dolor. Amé entonces a los analgésicos. Los adoré. Aunque necesitaba algo más potente, no para dolores de muelas. Llegó la cena y no le dije no, eso decía que estaba bien, Pude dormir, eso fue ganancia. Con todo y la inyección que me pusieron en la madrugada que me dolió muchisimo, tengo fobia a las inyecciones y está me dolió como ninguna, aún cuando ya estaba fuera la aguja, sentía en la pompi como si todavía la tuviera clavada ahi, pero era la solución la que dolía. Mi mamá estaba en el quinto sueño, así que es indicio que no hice el drama de la vida aunque también sentí ganas de llorar.
Al siguiente día, domingo, temprano, o sea por ahi de las 6 am llegó la enfermera y me quito el suero y la sonda, ahora si me tendría que levantar a como diera lugar para ir al baño. Llegó el desayuno, ya dije que me gusta esa comida que te dan en charola, asi de de avión o de hospital? la gente dice que es bastante mala pero la mía no lo era, además yo estoy acostumbrada a comer sin sal así que no representa ningún problema, es más hasta la sentí con más grasa que con la que yo concino que sólo uso spray Pam. Total que pensé que no comería nada hasta que no lograra levantarme porque el baño era lo que preocupaba, como comería si aún estaba tumbada. Entonces con esfuerzo, poco a poco, contononeandome toda, después de 40 minutos lo logré, estaba de pie y fui directo al baño, quería pararme a caminar pero me dió un torzón en la espalda a la altura de la cintura terrible, era el peor, muy intenso y tenía ganas de llorar y de gritar que me dieran algo, morfina, cocacína, heroína, lo que fuera pero que me lo quitaran. Le llamé al dr en turno para que le hablará a mi médico, que a que hora vendría, que a que hora me quitarían el cateter de la espalda porque seguro me estaba dando ese dolor y que me diera algo más para el dolor porque me dolía demasiado, o sea que necesidad de sufrir así.
No entendía como las madres, después de parir tengan ganas y fuerzas para cargar al bebé, dentro de tal suplicio. La enfermera llegó con una inyección, "otra?" yo decía no es posible, pero no me iba a aguantar el calambre ese de la cintura hasta sabrá dios cuando, aguantaría el piquete con todo el dolor de mi corazón. Me lo pusieron y empezo a ceder el dolor aquel, pude desayunar más no bien se me había desaparecido por completo. A la media hora llegó mi médico, en menos de lo que pensaba me saco el catéter de la espalda, sentí el tirón pero no me dolío, más bien fueron como ñañaras, nunca imagine que sentiría, pero al menos no fue dolor, o ni lo sentí de los otros que tenía jaaaaaaaaaaa. Después de eso el dolor ese de la cintura empezo a desaparecer.
Después de la inyección aquella y de quitarme el catéter de la espalda me sentí mucho mejor, no me podia incorporar bien para caminar, pero ya salí a caminar varias veces por los pasillos de mi piso. Mi mamá y mi hermana estuvieron ahí siempre acompañandome, super G también fue un rato el domingo. Tuve el inconveniente de que con los fríos, mis defensas bajas, todo mundo a mi alrededor enfermo y sin taparse la boca al estornudar o toser ,  pues me pasaban sus bichos y como que me quería dar gripa, así que me tuve que contener varios, estornudos porque a los primeros signos de ellos, me dolía, así que los contenía, para que no siguieran. Mis clases de anatomía las revivía, cuantos músculos interactuaban en un simple estornudo, abrir una botella, levantarse, sentarse, y por todos esos había pasado el bisturí. Pero claro que estuve mejor que el día anterior, y me dijeron que así mejoraría día a día.
El lunes ya me sentía otra y me preparé desde temprano para alistarme y salir del hospital, todo lo hago a menos que paso de tortuga, se me va el aire y la voz si hago mucho esfuerzo como de bajarme de la cama, o sentarme, la voz claro la tengo en volúmen bajo, entiendo que mi vocerrón provenía desde la fuerza que generaba mi abdomen bajo que ahora quería mover lo menos posible así que me sale una vocecita si bien me va. Mi mamá y mi hermana me ayudaron a empacar mis triques, me bajaron en silla de ruedas, creo que jamás había estado en una, en este estado se siente la gloria. Los camilleros (fuertes) me ayudaron a subir al auto. Llegué a la conclusión que lo ideal sería tener un enfermero así para que me pudiera mover a donde yo quisiera cuantas veces lo necesitará, y una enfermera para lo demás o sea cuando me tienen que cambiar la venda o ayudarme a bañar. Otra cosita?
Eso sí, sin el apoyo de mi hermana y mamá no se que hubiera hecho, la habría pasado peor,  de mal entonces.
Cuando ibamos camino a casa, los baches de las calles de la gran jungla de asfalto, me dolieron, los sentí mucho, por más que le decía a mi hermana " maneja más lento" esquívalos" eran demasiados. Intentó tomar las rutas que sí arreglan para pasar por los menos. LLegamos a casa y estaba feliz y agradecida de haber llegado viva y que la cirugía había sido exitosa. Claro que adolorida.
Después de esta experiencia, mis sueños guajiros de tener tres bebés, se esfumaron, si acaso tengo uno creo que será mucho. Admiro a todas las mamás que tienen fuerza, alegría y empeño después de dar a luz. Han sido días muy difíciles para mí, sobretodo por el dolor físico, la falta de movilidad y depender de alguien más para hacer cosas básicas como subirme a mi cama o un viaje en auto ser tan incómodo. Tal vez si tengo tres hijos pero dos los iré a adoptar.
Ahora me falta que me quiten los puntos. Ni como hecharme para atrás, sólo pido que no me duela. Sé que hay personas que resisten muy bien el dolor, yo no lo soy, soy demasiado sensible, tanguera y loca, por mis fobias de las agujas, por imaginarme que todo duele, por mandar a la porra mis teorías de pensamientos positivos o reljación por respiración,  por que no me hayo en la vida con dolor físico. Por que mi cuerpo es pequeño y muy sensible en sí. Creo que nadie creía los años que tenía, todos me decían "estás bien chiquita" yo entre mí " si no más que vean mis años en el expediente no lo pensarán".
Que me perdonen los adicos a las cirugías plásticas y vanidad, pero esto que pasé fue una pesadilla que acepte pasar para mejorar mi salud y porque muero por un bebé,  nada más, no entiendo, como existe gente que lo haga por vanidad, exponer su vida sólo para verse más buenot@s , no me entiendo ni entenderé.
Me sigue doliendo la espalda, y todo, en general, en menor escala pero sigue la dolencia, con todo y analgésicos. No puedo caminar bien aún, caminó como la jorobada de Notre Dam. Pero espero estar bien para mi Navidad.
La pesadilla ha terminado.


2 comentarios:

? dijo...

Hola, que bien que todo salio bien y que te sigas recuperando. Buen dia.

Millenia dijo...

Muchas gracias Freddy!