Temptations

Por bien de ese traje de baño de dos piezas que no ha salido más al sol, por mi propio bien, con todo el pezar me levante temprano y me trepe en la escaladora para hacer ejercicio desde el lunes. En la oficina tenía ganas de ir por unas galletitas de esas de avena deliciosas que guardan en la alacena de la cocineta. Pero en lugar de eso me comí mi plátano. Cuando uno hace el mayor esfuerzo de repente el mundo está contra de tí, porque en el super dan degustaciones de helado, pastelitos, otra vez helado, guacamole, en el mejor de los casos que siempre hay un melón delicioso y la sandía que tanto me gusta. Bueno es que todos estos días estamos yendo a comer ahí, porque S viene con nosotros y no le gusta la comidita corrida. Lo bueno que las desgustaciones son porciones tan ínfimas que no me preocupan tanto. 

Si precisamente cuando uno quiere evitar las tentaciones ahí están. A veces no hay ni una mosca por los pasillos del super y otras hasta capuchino nos tocó. Sin embargo gracias a las muestras, ahora sé a que sabe la nieve de limón de la marca alemana que está riquísima pero que no compraré porque me parece un robo un botecito de 2 cucharadas por 80 pesos?!  

Desde que estuve trabajando en la casa me he dado vuelo, porque tenía un botecito de minigalletas, mis sorbetes de vainilla y fresa, la otra vez estuve a un pelo de pasar a la tienda donde los venden por unos pero resistí. Tengo que decir que el viernes pasado, el inge fue a la oficina, salimos a comer todos juntos y propuso ir al local de las hamburguesotas del junior. Mi paquete incluía un helado, no imagine que sería un heladote, con todo y el clima frío y gris se me abrieron los ojos y me lo soboreaba mientras me lo estaban sirviendo, era una bola gigante,  la segúnda bola de helado más grande de mi vida jajajaja. Encima ese día me regalaron unas papas! además de las mías, porque ya he dicho que amo las papas? El cómo me las regalaron digamos que fue por lo amable que soy. Con todo eso no puedo quejarme, benditos pantalones strech de no ser así ya no entraría en ellos. 

Para el martes me había preparado algo ligero para comer, además de mi lunch, todo lo puse en una bolsa y se me olvido en la casa. Por suerte tenía un yogurt en el refri de la cocineta en la oficina que me salvo porque hay una hora del día entre el desayuno y la comida que me da un muchísma hambre. Al siguiente día se me olvidó de nuevo  y el que sigue también. No doy una! Sobrevi luego con un jugo, al que sigue tuve que hacerlo con un paquetito de mis galletas dietéticas de los casos de emergencia, que conste, no eran las de avena. Ahí la llevo, digo son los primeros dias, espero que durén más. Digo lo principal es la salud pero es una buena motivación el trajecito aquel. Desde antes de que empezara Julio no he visto más que cielos grises, ni un día ha dejado de llover, se me antoja un poco de solo y alberca!!! mar sería mucho pedir?