viernes, abril 29, 2011

La ventana



Resulta que como ahora me dedico a hacer ejercicio por las mañanas, casi sin falta, desde enero, pues la escaladora la tengo mirando hacia una ventana, que da a la calle. Desde ahí me he enterado de varias cosas, me causa mucha risa porque sin querer estoy como la chismosa de la ventana. Ahora sé que los sandwichs bonitos que venden en la tienda de la esquina dentro de una canasta, son del vecino de la casa naranaja, no lo hubiera imaginado, no los conozco bien pero me agrado la idea de su iniciativa del micronegocio, un lunes temprano lo ví salir de su casa presuroso con canasta en mano hacia la tienda. 
He visto también que mi otra vecina, barre su patio, pero que la basurita que junta, entre las que hay hojas y envolturas de galletas, discretamente sale a tirarla a la calle, para que en su momento el barrendero municipal  cuya tarea es barrer las calles ( y con una módica propina te barre tu banqueta de así desearlo) se la lleve. Me quedé pensando en que le cuesta a ella si ya la saca hasta en el recogedor lista para aventar al bote, de una vez ponerla en tal y no esperar a que el barrendero se la barra de su calle, que sería tal vez hasta el día siguiente porque el barre muy temprano, así que mientras las hojitas y demás se pueden esparcir por todos lados. No me extraña porque es la misma cuya hermana sale a regarles semillas a las palomas, cuyas ideas son medias arcaicas. Las mismas que hace que la vida hogareña no se me antoje nada, porque su vida trascurre en torno a barrer el patio, limpiar la casa y hacer la comida. Su entretenimiento está en salir de vez en vez a la puerta de la calle, quedarse ahí paradas unos minutos mirando o a los extraños pasar y volverse a meter a su casa. Ah por cierto ya le quitaron ese amarillo pollo ahora es blanca con rojo, como primaria de gobierno, no se me antojan nada esos colores, pero al menos es la más pintada de alrededor. 
El otro día en casa de mi otro vecino, veía como llegaba el camión del gas estacionario a llenar su tanque. ES una de las formas más comunes en estos rumbos nos proveemos de ello, no como en casa de B que seguramente es por tubería subterránea. Ese vecino es un señor ya mayor, que me recuerda mucho a mi abuelito, no sólo físicamente por su pelo cano, sino por que anda al pendiente de su nietecita, se la pasa haciendo reparaciones a su casa cada, pinta, corta, etc. Luego la nieta y la mamá suben a limpiar la azotea donde tienen a una perrita frech puddle, al menos esta no se les olvida como el boxer que muriose ahí olvidado, cuanto lo sentí, fue hace años. 
Que más quisiera que mirar hacia un bosque mientras me ejercito pero no hay tantas opciones, claro que podría ser peor así que ahí sigo contando las calorías mientras veo que pasa afuera.


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