martes, febrero 15, 2011

H2O


En la oficina he tenido mucho trabajo, muchísimo. No había asimilado que he estado metida en el proyecto de las 3 casas, en el de Acapulco, en el de la renovación, en el de nueva casa, más lo que salé de las que están en proceso más, lo que aparece como la mini cocina, ni espacio para tomar agua! Es demasiado, con razón llego a mi casa muerta, sin más neurona que para la telenovela de pacotilla, ánimas que ya va a terminar. Ahora no quiero dejar de ver los últimos capítulos, despúes de que me la aventé toda. Lo único bueno que puedo decir a favor de ésta es que como ya es casi puro relleno lo que han metido, no se ha convertido en tragédia tras tragédia, al menos es más postiva en ese aspecto. Si me he saltado algunos días, sin que me haya periddo de gran avance, son los día que he salido tan tarde que ni para ver la repetición o cuando he tendio otros compromisos. 
Existen algunos momentos a veces para retomar fuerzas, como este día que me encontré por casualidad a mi vecino de oficina y nos fuimos a la tiendita de enfrente por algo de comer para él, para bien o para mal, descubrí entonces que venden sandwiches por la mañana ahí, si él los compra es porque han de estar buenos. Yo no pedí nada porque estoy super a dieta (ahora sí),  él tiene la ventaja de tener acceso aun deportivo lindo cerca de su casa, y se va a nadar antes de venirse al trabajo. Me quedé admirada de la fuerza de voluntad para llevar acabo tal hazaña pues se levanta de madruga para dicho fin, para mi un sacrificio aún, Aw.


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