Cantando

Ayer con la premura de tiempo se me quedo algo pendiente, tuve que regesar ahora en sábado. Que sorpresa, digo me lo imagine pero no creí que fuera tanto, normalmente hago entre 40 y 50 minutos de recorrido, pero como es sábado, la mitad de la gente no va a trabajar lo cual ayuda en cuanto a materia de tráfico, esta vez sólo hice 20 minutos, en el tramo que normalmente hago 10 min fue lo de siempre pero en donde paso los otros 30 es dónde se redujo a sólo 10, claro sobre el periférico, bueno por eso llegue contenta y a tiempo.

Mientras me estacionaba buscaba alrededor con la mirada por si acaso andaba wisky por ahí pero nada, tal vez regreso solito a su hogar, igual que mi perro cuando se me escapa.

Me cae de variedad que a uno o dos de los trabajadores, les da por cantar mientras están trabajando, no les importa que se les meta el polvo por la boca, ellos cantan, a mi no me molesta al contrario, me da risa. Cada uno obviamente tiene su personalidad, que parece como si no estuvieran influenciadas tanto por la locura de vivir en esta ciudad, ellos viven en los pueblos de las afueras y todavía conservan lo silvestre.

Esta el yesero, es todo un experto, me ha hablado de varias clases de polvo, los conoce tan bien que se la ha pasado diciendome todo el tiempo " venga arquitecta mire, aquí le pusieron rete harto blanco de españa" , " arquitecta, este yeso es del que se abomba, nomás mire", sólo porque sé que sabe, devolví los bultos de yeso que no eran de la mara que me nunca me específico sino ha, porque quiero que el trabajo quede bien hecho. Todo lo ha aprendido sobre la marcha, así es aquí, y eso es algo que no entiendo, acá no hay como tal una escuela oficial dónde se graduen de maestros yeseros, ni albañiles, ni ... bueno otro gallo nos cantaría de así serlo. Es algo revelde no lo voy a negar, pero está dejando todo como nuevo. Como me gusta escuchar sus historias, a veces platicamos, como de los 32 años que tiene de experiencia trabajando.

De seguir el consejo de mi madre de cuando haría un exámen " siempre lee antes de todo" me habría ahorrado unos momentos de angustía pensando en si quitar o no las alfombras, este no era un exámen, era peor, una realidad, desde que se deja la escuela, todo lo demás que sucede ya no son más situaciones hipotéticas, ni nadie me examina, es la hora de actuar. Todo estaba ya dicho desde antes y yo ni en cuenta, si hubiera leído, pero bueno al fin leí y manos a la obra " a quitar las alfombras".

El regreso fue igual de rápido. Pensé en llegar a dormirme porque la noche anterior abrí mi bote de galletas de café me comí varias en la noche y creo que me espantaron el sueño, así que me dormí tardísimo, y con la levantada temprano pues me costo mucho trabajo, me decía a mi misma que en cuanto regresara me volvería a dormir, cuando eso paso, yo no tenía nada de sueño, seguí con el curso del día. Como había empezado desde temprano me duro mucho, cuando miraba el reloj pensando serían las seis de la tarde, apenas eran las tres y media.