domingo, agosto 23, 2009

Mi propia adrenalina


No he estado tan escritora por aquí últimamente porque toda la energía se me fue en el trabajo. Llegó una entrega de esas terriblemente agotadoras y me dejó sin fuerzas. Mucho fueron causas no previstas, como el hecoh de que pesará tanto el archivo y así tuve que manejarlo, me trababa la computadora, se tardaba horas en realizar un comando, fue así una pesadilla. Mas los quehaceres diarios de mandar mails con información mientras la compu no jala ni pa'tras ni pa'delante y en el radio tengo una voz diciendome " tengo los minutos contados para entregar eso que no se manda", ah si ya dije que el internet de pacotilla anda fallando, se cae mínimo unas diez veces en el lapso de una hora. Si no era suficiente por otro lado tenía al alguien más en el estacionamiento esperando una usb con otra info. Nooooo!

No soy usuaria de los deportes extremos, pero en momentos como los que pasé ese día, sentía yo recorriendo por dentro la adrenalina y un desgaste tal que quedé como si me hubiera aventado del bungee(me lo imaginó así aunque nunca me he aventado de uno y dudo mucho hacerlo, seguramente del horror quedaría tiesa ahí mismo, no me gustan las alturas, no me gusta dar saltos ni una alberca ni mucho menos al vacío, es como mi instinto de conservación).

2 comentarios:

190.arch dijo...

Yo he vivido exactamente la misma cosa, en la monotonía de estar sentada en una silla delante de una computadora : P
Espero que pase pronto... yo hoy tuve que contestar 14 correos con respectivos croquis explicativos!!

Millenia dijo...

Sí por fortuna ya paso pero bueno siempre está latente la siguiente, que puede ser en cualquier momento jeje. Pienso que a todos los que les gustan los deportes extremos, ese sentir de adrenalida, deberían probar con la arquitectura, pasar por una entrega en la escuela o con el propio jefe y-o cliente para que vean que pueden obtener los mismos resultados lol.