Al fin termino esta semana de muchas presiones en el trabajo. En realidad ahorita ya no estoy enojada, para nada pero en el momento me sentí iracunda, con motivo claro. He dicho y diré que una de las buenas cosas de los días, es encontrarme con el buen humor del arqui que me muchas veces me hace reir, cuando uno más lo necesita. Pero también he dicho que existen ciertas ocasiones en que me saca canas verdes, como la de hoy.
Resulta que durante todo el transcurso del día le pregunté mínimo 5 veces que si ya estaban esos planos listos, los eléctricos, sí acá en méxico uno es todologo y hace de todo un poco, entonces el me respondía que sí, que ya estaban, solamente tenía que darles el formato yo. Entonces como veía que se la paso papaloteando asumí que sí estaban listos. Darle el formato sería cosa de unos minutos, así que cuando por fin terminé lo mío, me fuí a hacer eso, eran las 6.30 pm, le dije a Mar que a las 7 pm nos íbamos, le iba a dar yo un aventón, pero no me termine sino hasta las 8 pm, ella se tuvo que ir con S porque resulta que el arqui NO HABIA TERMINADO! Faltaban muchas cosas, para empezar todas las imagines las empezó a escanear cuando le dije pregunté que donde estaban , cuando todo el tiempo le dije que si ya estaban listas para insertar y decía que sí, no era lo único. Así que lo que el considero que no era importante pues me llevó tiempo hacerlo a mí, lo que él tenía que hacer. Yo ya estaba cansadísima y encima tener que estar arreglando eso no me cayó nada bien. Vamos lo que no podía creer era que sí todavía le faltaba en lugar de papalotear se hubiera aplicado en eso, pero no lo hizo, y eso era lo que no concebía. No era como una de esas veces que por más que uno le macheteé no acaba porque el trabajo es mucho y el tiempo corto. Aquí tuvo el tiempo suficiente para hacerlo.
No sé exactamente como lo tomaría el, creo que no notó mi desacuerdo en eso, pero lejos de tomarlo como una falta suya, seguro pensó que yo era una bruja por hacerle saber que no había hecho lo que tenía.
Bueno el enojo se me paso en lo que venía bajando hacia mi casa, porque empecé a reflexionar en su situación, me preguntaba si yo llegaría a su edad edad en esas condiciones. Sé que encontrar la motivación en general es una tarea ardua, más si es sobre el trabajo, porque a mi misma me sucede, no tanto porque no me guste lo que hago, al contrario porque me gusta es que sigo dónde estoy, ya que lo que hago es algo que había querido desde hace mucho, lo que no me parce son las actitudes de ciertas personas e injusticias. Pero en el caso del arqui es todo más complejo. Uno pensaría que es por su edad, pero no puede ser posible eso, pienso en los jefes de mi hermana, son personas de 70 años que tienen una gran capacidad y su trabajo lo ejecutan muy bien, así que por ese lado no puede ser, el arqui tiene 10 años menos y siempre he pensado que su capacidad es buena todavía, más sin embargo sé también que redunda demasiado en detalles sin sentido, sin sentido de lo que es sintetizar.
Pienso si llego yo a esa edad, dónde estaré, cual será mi actitud hacia la vida. En eso venía pensando, mientras el coraje se me desaparecía, luego me encontré con el paisaje de la presa, por el que paso todos los días y que cada día tengo uno diferente de ella, ahora estaba en color plata, reflejando la luz que salía del sol escondido detrás de las montañas que la circundan.
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