Estaba como bajo los efectos de una cucharada de locura, emoción, cuya fuente conozco muy bien, B . Era martes. No supe exactamente como tomar la noticia que me daba, por un lado era felicidad, por otro incertidumbre, angustia e impotencia. Como fue, que se conecta mi amiga A. Hacía tiempo que no nos veíamos así que de una vez acordamos encontrarnos saliendo del trabajo, porque ese día estuve en la oficina.
Mi amiga A tiene una dicción y una facilidad para decir las cosas que la verdad admiro de ella, más si a eso le agregas su honestidad, su claridad y su buen corazón, se hace una persona maravillosa, que lo irradia de la misma manera. Le conté lo sucedido, lo que me dijo entonces, fue fantástico, me dijo algo tan cierto que me devolvió la tranquilidad y me dio una fuerza que hacía mucho no sentía. Lo que me dijo no invento el hilo negro, sin embargo casi como que lo fuera, porque los seres humanos inmersos en este mundo saturado de banalidades, muchos veces llegamos a olvidar lo que es la ESCENCIA de nosotros, lo que nos hace únicos e irrepetibles, lo que nos vuelve más preciados sobre la tierra. Me dio una gran lección sobre el valor de uno mismo.
En todo lo que me dijo, estoy totalmente de acuerdo con ella, pero cómo no lo había yo visto antes así? no lo sé, lo que sí sé es que agradezco tener en mi vida amistades como la de ella, que son capaces de recordarme o hacerme ver lo maravilloso de uno mismo! Al estar en este mundo, necesitamos un recordatorio constante de eso.
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