sábado, septiembre 06, 2008

la entrenadora




Antes. Cada vez que se abría la puerta del garage para meter o sacar un auto, mi perro salía volando tal cual cohete, sin dirección precisa. Tenía que salir yo también tras de él llamandolo! era un suplicio porque era todos los días. Optamos por pasarlo al patio trasero mientras se abría el garage. Mi madre ya tenía una galletita o algo para convencer al jijo de entrar en su guarida momentanea. Pero entonces ya no lo soportaba más eso. No puedo decir que lo entrené o enseñé como tal, porque ni yo misma lo sé.

Ahora. el jijurrio perro me obedece a la perfección, en cuanto a no salirse cuando se abre la puerta del garage al menos. Puedo llegar yo bajo la lluvia, abrir la puerta y le digo " acuerdate que no te puedes salir, te lo advierto" jajajaja esas son mis palabras y el perro como si me entendiera se queda quieto, se le cuecen las habas por salirse a merodear por los pastos vecinos pero nada! se las aguanta y espera hasta que yo cierre la puerta y entonces busca su pelota para que yo juege con él. jajajaja. Creo que todo empezo así. Cuando abría la puerta mientras mi madré metía su carro pues yo salía y a detenerlo de su collar, mientras le acariciaba su cabecita porque le encanta y le decía " perro bueno obediente, no te salgas quedate aquí", después lo empecé a soltar ... hasta que por fin ... darse a la fuga se ha quedado atrás y ya no tengo que salir como la loca a perseguirlo por las calles de alrededor.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ese copete punk de tu perro me gusta, cómo se llama?

Millenia dijo...

jaja! sí el peluquero se dió vuelo y es la primera vez que lo trae así! a todos nos gustó. el perro se llama Morgan, alusivo a un piráta que rondó tierras centroamericanas según, se lo puso mi papá :P